Los New York Knicks amargaron la presentación de los nuevos Cavaliers de LeBron, Irving y Love venciéndoles por 95-90. LeBron, muy acelerado durante todo el partido, acabó con 8 pérdidas de balón y perdiendo el mano a mano definitivo contra Carmelo Anthony. No es que este resultado suponga nada para los nuevos Cavs, pero sí que da una llamada de atención al megaproyecto de Cleveland.
30 de octubre de 2014. El ya famoso ‘I’m coming home’ de LeBron James se tornaba en realidad en el primer partido oficial de la franquicia de Ohio. Para celebrarlo, el Quickens Loans Arena se puso guapo con un proyector de vídeo en 3D, actuaciones musicales en directo y toda la parafernalia disponible para darle al hijo pródigo (y a los reconfortados fans de los Cavs) el recibimiento que esperaban. Pero no pudieron evitarlo. A la celebración se unió el típico aguafiestas erigido en los imprevisibles New York Knicks de este año. Los pupilos de Derek Fisher se pusieron el traje de faena en la gala de los Cavs venciéndoles ante su público este jueves con un Carmelo que, eso sí, dio al público el duelo contra LeBron que ellos querían ver. Aunque con un ganador inesperado.
La presentación del Big-Three Irving-Love-James funcionó como estaba previsto. Kevin Love aportó 19 tanto y 14 rebotes, Irving comandó a los suyos con 22 puntos y LeBron hizo de LeBron en su etapa de Cleveland. Obviamente, en el primer partido de la temporada no se puede sacar ninguna conclusión, pero este jueves LB dio alas a sus detractores. El 4 veces MVP comenzó el partido revolucionado, quizá por el ímpetu de demostrarle a los suyos que él ya estaba de vuelta, que era real. El resultado, 8 pérdidas de balón que deslucieron su actuación, presidida por 17 puntos y 5 rebotes.
Así, y teniendo por primera vez a un rival más impreciso que ellos mismos, los Knicks supieron poner en juego sus armas sin complicarse la vida. Carmelo puso el piloto automático logrando 25 puntos, mientras que la buena labor bajo los tableros de Stoudemire y Quincy Acy hicieron el resto. Al final, a falta de un minuto, los Knicks tenían balón para sentenciar el partido y la película acabó con el duelo esperado: Un uno contra uno con LeBron defendiendo a Carmelo que, este vez, se llevó el de la Big Apple anotando uno de esos tiros en suspensión que tantos flashes generan.
Cleveland debutó de esta forma con derrota ante su público contra un equipo de llegaba de caer apalizado la noche anterior ante los Bulls. No pasa nada. La vida seguirá igual en el macroproyecto de los Cavs, quienes más que por LeBron deberían preocuparse porque solo 7 jugadores del equipo de David Blatt (de una amplísima plantilla) anotaran en el primer partido del año. Habrá que encauzar todo ese talento por Ohio.
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