Los Washington Wizards realizaron una de las mejores temporadas regulares de su historia en 2017 cuando consiguieron un récord de 49 victorias y 33 derrotas. Posteriormente en los Playoffs caerían en semifinales de conferencia ante los Celtics en 7 partidos en una serie épica protagonizada por Isaiah Thomas, pero el equipo dejó buenas sensaciones y contaba con una buena base liderados por John Wall y Bradley Beal.
La pasada campaña se vio afectada por las diferentes lesiones que sufrió Wall y que le llevaron a perderse la mitad de los partidos. Los Wizards se clasificaron octavos y fueron eliminados en primera ronda por los mejores Raptors en la historia de la joven franquicia canadiense, lo que suponía un paso atrás respecto al año anterior pero comprensible dadas las circunstancias. Lo que no era de esperar es el mal inicio de la presente temporada por parte de los de Scott Brooks y menos aún que a estas alturas ya se esté señalando responsables por la dinámica del equipo.
Tras la última derrota ante Sacramento Kings, los Wizards solo cuentan con una victoria en cinco partidos y las dos estrellas de Washington decidieron alzar la voz para dar un toque de atención tras el partido. Dejando de lado ciertos rumores de rifirrafes pasados entre ambos, Wall y Beal coincidieron en el problema que planea ahora mismo sobre la plantilla: hay jugadores que se preocupan más por sus tiros y su tiempo de juego que en centrarse y competir en ambos lados de la cancha. Ninguno de los dos señaló a un jugador en concreto, en cambio, Scott Brooks no dudó en poner un nombre sobre la mesa: Otto Porter.
“Otto solo tiene que seguir jugando y no puede preocuparse por los tiros que lanza o mete”, declaró el entrenador después del encuentro. Curioso, al menos, que quien tenga que encauzar la mala dinámica cite abiertamente a un jugador en concreto, y más curioso aun cuando los datos no respaldan a simple vista que Porter peque de individualismo. De entre los cinco jugadores que más lanzaron a canasta el año pasado (Beal, Wall, Porter, Oubre y Morris), el único que ha bajado su número de intentos en lo que llevamos de temporada es justamente el ‘22’ de los Wizards, en concreto 2.1 tiros menos (de 11.5 a 9.4), a pesar de que la franquicia de Washington está lanzando hasta 6 tiros más de media que la temporada pasada.
Por otro lado, el ex de Clippers, Austin Rivers, se ha mostrado frustrado por las declaraciones, e incluso ha comentado que él mismo ha evitado tener un rol mayor en el equipo. “He intentado no entrometerme e intentar encajar en el equipo al ser el chico ‘nuevo’. Pero yo no soy así. Soy un jugador que sale y ataca a la garganta del rival, y eso es lo que me han dicho Bradley, John y el entrenador que tengo que hacer. Ese es el jugador que debo ser”, afirmaba Rivers a The Athletic. “Creo que nunca te debes preocupar por los lanzamientos de otro compañero. Lo único que debe preocuparnos son las victorias y derrotas, es lo único que vale al final. Eso es lo que me importa y no los comentarios”, concluía el base-escolta.
A pesar de ser el octavo equipo más anotador de la liga, con 116.8 puntos por partido, y el quinto con el ritmo de juego más alto, la efectividad en el lanzamiento, específicamente desde la línea de tres, está pasando factura a Washington. Ahora mismo los Wizards son el 25º equipo en porcentaje de triples, comparado con el año pasado en el que acabaron terceros, lo que se traduce en ser el 19º en puntos (108.5) por cada 100 posesiones. Pero Scott Brooks tiene un mayor problema en el otro lado del campo. La defensa de Wizards, la octava peor de la liga, permite 114.1 puntos por cada 100 posesiones. El año pasado, en cambio, estaban en medio de la tabla en este aspecto.
Aun así, esos números no son los más llamativos de todos. Washington es el peor equipo reboteador en la liga, y es en el apartado ofensivo donde más sufre al permitir 14.3 rebotes por partido al rival a cambio de apenas los 8 rebotes a favor que promedian ellos. Aquí es donde entra un jugador clave para solucionar estos problemas: Dwight Howard. El pívot todavía no se ha estrenado con su nuevo equipo debido a molestias en los glúteos y espalda, pero su incorporación, la cual puede llegar tras los dos próximos partidos fuera de casa ante Clippers y Grizzlies, se antoja vital para que Wizards retome un buen rumbo.
Si Howard llega a tiempo, se enfrentará en casa a los Thunder, precisamente el mejor equipo en el rebote ofensivo gracias a un juego interior formado por Steven Adams y Nerlens Noel. Posteriormente reciben a Knicks para visitar seguidamente a los Mavericks. Si Brooks y los jugadores no consiguen darle la vuelta a la situación, y se mantiene el mismo porcentaje de victorias que hasta ahora, pueden encontrarse en la tesitura de tener un récord de dos partidos ganados por ocho perdidos. Pero no todo va a ser pesimismo si tenemos en cuenta un precedente: la última vez que los Wizards empezaron con ese récord una temporada fue en la 2016-2017 cuando ganaron 49 partidos. ¿Se repetirá la historia?