Los Cavaliers se llevaron la victoria en un vibrante partido que necesitó de una prórroga para decidirse. 114-111 para los de David Blatt, que están a una sola victoria de las Finales de la NBA. Si Stephen Curry está siendo la indiscutible estrella de las finales de conferencia en el Oeste, LeBron James es sin duda el nombre propio de las del Este, y autentico artífice del milagro de los Cavaliers. Un equipo que el año pasado ganó 33 partidos, y que se encuentra a un paso de disputar las finales de la NBA, sobreponiéndose a las lesiones de sus otras dos estrellas: Kevin Love y Kyrie Irving.
El partido tuvo de todo. Prórroga, expulsiones y toda la tensión de un partido clave de playoffs. Los Hawks sabían que sus opciones de volver a meterse en la eliminatoria pasaban por vencer en Cleveland. Y tuvieron sus opciones. Consiguieron forzar la prórroga, y Mack tuvo la oportunidad de anotar para ganar el partido hasta en dos ocasiones, con tiros abiertos y relativamente cómodos. Falló ambos lanzamientos y la victoria se quedó en casa.
LeBron James merece capítulo aparte. El de Akron empezó el partido fallón, erró sus 10 primeros tiros. Pero de nuevo se hizo dueño del partido conforme avanzaba el mismo, y en el último cuarto y la prórroga se mostró imparable, anotando las canastas clave para la victoria de los suyos. Acabó el partido con un triple doble monstruoso: 37 puntos, 18 rebotes y 13 asistencias. 12º triple doble en su carrera en playoffs.
Jeff Teague, con 30 puntos, y Paul Millsap con 22 fueron los mejores en los Hawks, que lo intentaron hasta el final, pero que con esta derrota quedan prácticamente sentenciados en estas finales de conferencia. Horford poco pudo ayudar a los suyos, fue expulsado en el primer tiempo tras un enganchón con Dellavedova. Próximo partido: el martes, también en Cleveland, puede suponer, si ganan los Cavs, el final prematuro de una serie que prometía bastante más igualdad de la que está ofreciendo.