Estas Finales -como muchos predecían- van apuntando a su fin por la vía rápida. Kevin Durant, con 43 puntos, destrozó a los Cleveland Cavaliers en el primer partido en Ohio (102-110) este miércoles. El alero, un tanto discreto en los primeros duelos, firmó un partido increíble desde el tiro (66% desde el triple) y lo que aún es más significativo, cerró el encuentro con un triple a 40 segundos del final tal y como hizo en 2017 también en el tercer partido.
No fue un partido cómodo para los Warriors, pero cada vez queda más patente que los Cavs están pagando muy caro el despropósito de J.R. Smith en el primer partido. LeBron comenzó pletórico con jugadas como estas y poniendo a su equipo arriba 52-58 al descanso.
LeBron firmó un nuevo triple-doble, el décimo en unas Finales para él (33 pts, 10 rebotes y 11 asistencias). Junto a él volvió a estar bastante acertado Kevin Love (20+13) y un desparecido hasta ahora Rodney Hood (15 puntos desde el banquillo).
Con ello los Cavs lograron tener una ventaja de hasta 13 puntos, la mayor del partido. Curry (11 pts al final) y Thompson (10) no tuvieron su noche, y la recuperación de Iguodala tras su lesión tampoco fue significativa. Sin embargo, si en el Game 2 fue Curry el que dinamitó el partido, anoche fue Durant.
El alero estuvo excelso, metiéndolas de todos los colores. A su aportación ofensiva sumó 13 puntos y 7 asistencias. Nadie podía pararlo. El tercer cuarto volvió a ser la historia de siempre, con los Warriors neutralizando su desventaja. En el cuarto, Durant acabó de sentenciar con un triple de 8 metros.
El viernes se celebra el que podría ser el último partido. Nadie en la historia de la NBA ha remontado un 3-0, y no parece que estos Cavs sean capaces de hacerlo.