Febrero ha sido un mes frío, de los más gélidos en los últimos años. Nos ha dejado nieve, temperaturas que bajaban de los 10 bajo cero y paisajes congelados. Nada comparado a lo que se vive a diario en Canadá donde no conocen la sensación de estar a más de 8 grados y la gente convive en ciudades subterráneas para cobijarse de la frigidez. Solo hay un enclave donde los canadienses olvidan las blancas calles y encuentran un microclima especial: el Air Canada Centre, ubicado prácticamente en la orilla del Lago Ontario a su paso por Toronto.
Allí viven los Raptors, entre otros equipos, y allí nació el fenómeno del “We the North” uno de los mejores lemas que ha visto la NBA y que más bien conjugan con la forma de jugar de su equipo. Toronto va como un tiro: líderes del Este, 48 victorias por 17 derrotas. El frío febrero les dejó 9 triunfos de 11 posibles, curiosamente las dos derrotas llegaron por 3 puntos de diferencia (119-122 ambas) y ahora suman ya 7 victorias seguidas. Además han roto las diecisiete consecutivas de los Rockets. Los Dinosaurios se comieron los Cohetes.
Pese a su solidez y regularidad, aún son pocos los que se atreven a dar un duro por ellos cuando la temporada se juega de verdad. Sabemos que los Playoffs son otra cosa, pero puede que los Raptors estén preparados ya para dar el salto pese a que sus precedentes no llamen al optimismo. Merecen al menos un voto de confianza tras todo lo que están logrando.
Un banquillo que no necesita calentarse
Lowry, Powell (Anunoby en su sustitución), DeRozan, Ibaka y Valanciunas es el quinteto que recitan de memoria en el ACC, pero detrás de eso hay mucho más, pese a que entre esos cinco haya un candidato al MVP como DeMar, un dos veces All-Star como Kyle o experimentados y resolutivos interiores como Serge y Jonas.
El éxito de estos Raptors debe entenderse también desde su banquillo, el mejor de la NBA sin demasiados lujos ni estridencias, solo oficio y ambición. No les hace falta enfundarse el chándal, secarse el sudor con una toalla o beber Gatorade, siempre están listos para saltar y cambiar el partido.
Hablamos de hombres como: Fred VanVleet, Delon Wright, Pascal Siakam, C.J. Miles o Jakob Poeltl, jugadores con más de 18 minutos por noche que han elevado a la segunda unidad de los canadienses a ser la más resolutiva en varias facetas del juego.
Sin ser el banquillo que más anota (son séptimos con 41,1 ppp) la segunda fila de los Raptors lidera en recuperaciones de balón y tapones y sobretodo en eficiencia ofensiva y defensiva con 50,9, algo que si extrapolamos a nivel general, son el único equipo que está en el Top-5 de rating ofensivo y defensivo y tienen el tercer mejor net rating de la liga a nada de los Rockets. Volviendo al banco, ese banquillo lideró la liga en febrero en: puntos (49,7), asistencias (13,4), % en tiros de campo (52,5), % de tiros libres (89,4) y triples anotados por noche (6). Cifras que llaman al optimismo sabiendo que la media de edad de esos cinco jugadores es de 24,6 años y que por tanto todavía están en fase de seguir creciendo.
Igualmente bueno es que cada uno de ellos puede formar un quinteto en su respectiva posición, teniendo funciones específicas muy valiosas para Dwane Casey. VanVleet es probablemente el más sorprendente de todos, un base capaz de ser diferencial tanto en ataque como en defensa, no es carne de highlights pero su trabajo es incansable e impagable, fruto de ello es que sea el único que en repetidas ocasiones cierra los partidos con el grupo titular. Delon Wright es uno de esos exteriores de factoría moderna, polivalente y capaz de jugar en varias posiciones a la vez, sin tener un lanzamiento exterior fiable. A Miles no le vamos a descubrir ahora, es el más conocido de los cinco y el que probablemente tenga un papel más marcado: abrir el campo y tirar de tres. Siempre es importante tener un especialista de tal experiencia. En el juego interior quedan Siakam y Poeltl, dos jóvenes capaces de rebotear, intimidar y sobre todo, dar minutos de garantías cuando el frontcourt titular descansa.
Así los Raptors, sin hacer mucho ruido, se están manteniendo en la cima del Este y ya son varias temporadas seguidas mostrando un rendimiento excelso en fase regular. Toca ahora dar el paso definitivo y extrapolarlo a los Playoffs, donde Toronto quiere congelar el trono de la NBA. La guardia del Norte está lista para el asalto y Winter is comming.