Top 10 NBA: ¿Va camino Damian Lillard de ser el jugador más infravalorado de la historia?

Nadie puede dudar que ser ahora mismo vecino de Oakland es una suerte. Vives al lado de la envidiada San Francisco pero sin tener que tragar con sus calles empinadas, puedes decir que has nacido en la ciudad del bajista que puso las bases del icónico sonido de la Creedence Clearwater Revival, y también del núcleo duro de Green Day. Y por supuesto, puedes ir a ver a los Golden State Warriors de Stephen Curry.

Sin embargo, el pasado día 20 de febrero un vecino de Oakland se rebeló para señalar a sus conciudadanos que hay una vida mucho más cruda que la que luce bajo el sol de California. Damian Lillard endosó 51 puntos al equipo de su ciudad para dejar muda la mejor franquicia del mundo y de paso relegar al segundo plano por una noche al bueno de Curry. 9 de 12 en triples, y a otra cosa mariposa. Otra cosa que fue anotar el sábado pasado otro medio centenar de tantos e imitar el triple desde el centro del campo con el que el demonio con cara de niño de los Warriors había bendecido al mundo otras tantas noches antes.

La historia de Lillard es en buena medida la de ese superhéroe molón pero por el que las editoriales de cómics no acaban de apostar, como Deadpool, el superhéroe desagradable, soez y gamberro que estas semanas arrasa en taquilla. Le encanta a la gente, pero los que mandan se lo piensan para sacarlo a la primera línea. Aunque cuando lo hacen, arrasa, como ha pasado con la primera película del personaje.

Desde que llegara a la NBA en 2006 dando a Portland la bendición de quitarse parte de la culpa por su continuas malas elecciones en el Draft, Lillard no ha dejado de asomar la cabeza por encima de los guapos de la clase. Pasó por encima a Anthony Davis en la carrera por Rookie del Año, hoy virtual jugador mejor pagado de la NBA el curso que viene, al menos hasta que quiera LeBron, y otro antiguo alumno de la misma escuela de los superclases a los que la historia quizá no ha dado tantos premios individuales como merece -sí, hablamos de Kobe Bryant- ya le ha acogido en su Iglesia más de una vez.

De hecho fue Bryant quien en el All Star de 2015 dio un paso atrás para no estar en el partido de las estrellas aludiendo a que había otra nueva generación que merecía copar esos puestos. El bueno de Kobe, que entonces no estaba tan preocupado por cerrar su carrera de la mejor forma posible, citó a Lillard como el paradigma de esa nueva generación.

Y menos mal que fue así porque este 2016 Lillard se volvió a quedar fuera del All Star con bastante poco sentido, sobre todo a unas semanas vista. El base de los Blazers, en definitiva, solo ha sido All Star una temporada por elección (2014) tras entrar en la élite de la liga desde que prácticamente hiciera acto de presencia. Algo a lo que se suman las continuas largas que le ha dado el Team USA, que solo lo incluyó en su preselección para los Juegos Olímpicos de Río a última hora.

Grandes jugadores, nombres medianos, y mínimos reconocimientos

Pese a su juventud (25 años) Lillard tiene pinta de empezar a participar en las reuniones de estrellas anónimas y escasamente reconocidas que la NBA ha ido dejando a un lado en su gran pero a veces también injusta historia. Aquí van algunos de los componentes de este grupo

Alex English (1976-1991)

Fue una orgía de anotación durante más de diez años desde que llegara a los Nuggets a comienzos de los 80. Máximo anotador en 1983, sucumbió ante una liga donde Larry Bird, Magic y por supuesto un joven Jordan, acabaron tapándolo.

Kevin Johnson (1987-2000)

Para algunos el jugador más infravalorado de la historia. El actual alcalde de la ciudad de Sacramento estuvo a punto de hacer a los Phoenix Suns campeones junto a Charles Barkley en 1993, pero poca gente se acuerda de que sin él ya llevó a los de Arizona a dos finales de Conferencia en el 89 y el 90. Arrastró graves lesiones durante muchos años, y aún con todo es uno de los únicos tres jugadores en la historia de la NBA -junto con Isiah Thomas y Oscar Robertson- que ha promediado 20 puntos 10 asistencias durante tres cursos seguidos.

Sidney Moncrief (1979-1991)

Tuvo que retirarse a los 33 años por problemas continuos en sus rodillas. Elegido mejor defensor de la liga en dos ocasiones con los Bucks, podría haber sido mucho más si no fuera por las lesiones y porque en aquellos años ochenta estuvieran los de siempre: la Magia y el Pájaro.

Elgin Baylor (1958-1972)

Nunca ganó un anillo pero fue uno de los jugadores más determinantes de los que pisaron una cancha de baloncesto durante los años sesenta. Se lesionó en el año 1972, y regresó para volver a lesionarse con solo nueve partidos disputados justo el año en el que los Lakers consiguieron el récord de 33 victorias seguidas hasta cosechar por fin el esperado anillo.

Bernard King (1977-1993)

Una de las pocas estrellas que se lesionó de algo tan complicado como el cruzado y volvió promediando más de veinte puntos ya en su edad más veterana. Su carrera está plagada de citas de más de 50 puntos para Nets y Knicks, sin embargo, no encontrarás su nombre en ningún top-20

Ron Harper (1986-2001)

Un jugador sepultado por el bien de una dinastía. Ron Harper llegó a los Bulls para suplir la primera retirada de Jordan después de promediar 20 puntos por partido con los Clippers… pero el regreso de Air le dejó e una situación residual. Aún con todo, fue uno de los favoritos del United Center por su capacidad defensiva y de sacrificio.

Allan Houston (1993-2005)

Hilo de Seda Houston, como lo apodaba el gran Montes, fue uno de los hombres míticos de los Knicks del cambio de milenio. Tras promediar más de 20 puntos durante varias temporadas, las lesiones le acabaron lastrando hasta el punto de que la NBA ‘inventó’ para él la llamada amnistía, que permitió que los Knicks se libraran de su contrato.

Michael Finley (1995-2010)

Antes de que Nowitzki llegara a ser quien es, tuvo un tutor en Dallas, y ese fue Michael Finley, uno de los escoltas más completos de comienzos de siglo con una larga y siempre aprovechable carrera. Todo un abanico de fundamentos y responsabilidad en la cancha que sin embargo no brilló tanto como los Iverson, McGrady y otros escoltas a los que igualó en nivel durante algunas temporadas, pero sobre todo sobrepasó por su regularidad de forma continua.

Fat Lever (1982-1994)

Cuando hablamos de cómo Draymond Green estaba cambiando el baloncesto moderno nombramos a Fat Lever, escolta que al final de los ochenta fue junto con Larry Bird, Magic Johnson y Grant Hill (y ahora Green) uno de los pocos jugadores en promediar  14 puntos por partido, 9 rebotes, y 7 asistencias en una temporada. Además, es el único jugador junto con Jason Kidd y Chamberlain que ha conseguido un 15-15-15 en PlayOffs. Las lesiones le apartaron de las canchas antes de tiempo, sino, seguramente estaríamos hablando de uno de los mejores jugadores de los noventa.

El décimo lo pones tú

Como ves, hemos dicho que haríamos una selección de 10 jugadores infravalorados pero solo hemos puesto 9. Esperamos vuestras sugerencias para elegir el décimo ¿Puede considerarse ya a Lillard el último en discordia? ¿O aún caben otros nombres como Dennis Johnson, Nate Thurmond, el propio Grant Hill o Darryl Dawkins? Esperamos tu aportación en los comentarios.

Víctor Millán: Escribo mucho y soy de Zaragoza. Director de Sweet Hoops.

View Comments (4)

  • monta ellis gran jugador que nunca ha entrado en el all star y se lo merece

    • Desde luego Rafa, y Mike Conley otro jugador actual sin All Star que también se lo ha ganado.

  • Infravalorados me vienen a la memoria, Jerome kersey, Dale Ellis , Nate Robinson, Paul Pressey,Anthony Mason, jason Richarson, Derek Harper, José Calderón, Rod Strickland, Dominique Wilkins...

Related Post