Kobe Bryant se lesionó de su rodilla izquierda el pasado 17 de diciembre en un choque contra Memphis Grizzlies. En principio, la nueva dolencia del escolta angelino no debería haber pasado de las 6 semanas, pero su recuperación se ha ido postergando hasta el anuncio final. El equipo médico de los Lakers ha descartado la vuelta de su buque insignia debido a que con el fin de la temporada tan cercano, y estando los Lakers últimos de la Conferencia Oeste, no merecía la pena someter a Bryant, de 35 años, a una puesta a punto precipitada que pusiera en juego demasiadas cosas para un equipo que ya no tiene nada que ganar.
«Le esperamos de vuelta al 100% para la temporada que viene» ha reconocido el jefe de los fisioterapeutas angelinos Gary Vitti, señalando que «sencillamente nos hemos quedado sin tiempo para que Kobe volviera al nivel óptimo».
50 millones a cobrar tras más de una temporada parado
Las circunstancias dejan ahora a los Lakers y al propio Bryant en una tesitura complicada. El número 24 tuvo su primera lesión de gravedad el pasado mes de abril cuando se rompió el talón de Aquiles a pocos días de comenzar los PlayOffs. Su recuperación y regreso se saldó con una campaña a su favor que acabó con los californianos demostrando su fe en el jugador al extenderle un contrato hasta 2016 por un valor de casi 50 millones de dólares, el contrato más jugoso jamás firmado para un jugador que este misma temporada ya era el mejor pagado de la NBA con un salario estimado de 22 millones de euros.
Entre su lesión en el talón de Aquiles y su ahora nueva dramática baja Bryant cierra la campaña 2013-2014 habiendo disputado únicamente 6 partidos en los que ha promediado 13,8 puntos, 6,3 asistencias y 4,3 rebotes, y acumulará a su vuelta casi 18 meses de baja menos el pequeño impasse vivido el pasado mes de diciembre.
«Ha sido una temporada realmente frustrante», ha reconocido Kobe, quien pese a todos sus males nunca ha dejado de demostrar ambición e interés por volver al máximo nivel. Se abre así un nuevo interrogante para estos Lakers sin rumbo -Steve Nash puede que tampoco regrese este año-, que este verano tendrán que, además de cazar todo lo posible en la agencia libre, buscar de nuevo que su jugador más representativo durante la última década y media vuelva en las mejores condiciones posibles.