Pocas veces una decisión técnica en la NBA puede estar más fundamentada. El nombramiento de Scott Skiles puede resultar una elección más o menos exitosa, pero lo cierto es que es difícilmente rebatible. Los Magic se hacen con un entrenador con método de estudioso, especialista defensivo y en hacer competitivos a equipos débiles. Es además una leyenda local. ¿Qué puede salir mal?
La historia entre Magic y Skiles no es ni mucho menos recientes. El técnico es recordado como una de las leyendas de los de la franquicia de Florida gracias a su entrega y arrojo durante las cinco temporadas que vistió la entonces hermosa zamarra de Orlando.
Durante su estancia como base fue elegido Jugador Más Evolucionado durante la temporada 90-91, en la que estableció el 30 de diciembre el récord de asistencias en un único partido del equipo, con 30. Es además el segundo jugador que más asistencias repartió en la franquicia (3.501) y el noveno con más minutos jugados (11.940).
Scott impregnará espíritu de sacrificio y método estricto a uno de los equipos más buenos entre los malos. Tienen uno de los back-court con más proyección de la liga: Elfryd Payton y Victor Oladipo. Además, cuenta con dos potenciales All-Star 206, con Nikola Vucevic y Tobias Harris. También hay jugadores jóvenes que podrían dar un paso adelante de contar con el liderazgo adecuado como Maurice Harkless, Evan Fournier y especialmente, la cuarta elección del Draft 2014 Aaron Gordon, quien puede convertirse en uno de los mejores defensores de la liga.
Hablando de ‘picks’ y de futuro, Orlando contará con una interesantísima quinta elección es la próxima edición del Draft 2015, que tendrá lugar el próximo 25 de junio en Brooklyn, NY. Dependiendo de las elecciones anteriores, los vecinos de Mickey Mouse podrían elegir entre jóvenes talentos como Justise Winslow, Willie Cauley-Stein, Emmanuel Mudiay o los europeos Mario Hezonja y Kristaps Porzingis.
Una asignatura pendiente
Sin embargo, el flamante fichaje del banquillo deberá conseguir mostrar credibilidad a sus pupilos y hacer ver a los aficionados de la NBA que se trata de un entrenador ganador. En su pasado con unos desastrosos Bulls (2002-2007) y unos Bucks en crisis (2008-2013), demostró muchas cualidades en Wisconsin.
Se le vio buena mano con jugadores inestables, consiguiendo llevar a su mejor nivel a Brandon Jennings, Monta Ellis o a Larry Sanders. Sin embargo, aún necesita que los veteranos -verdaderos gestores de los vestuarios- le respeten como un entrenador ganador. Tras una etapa algo irregular en los Bucks, Stephen Jacson resucitó en los Spurs de Pop en 2012. Tras ser preguntado respecto a ésto, el escolta le dedicó unas duras palabras. «Para mí siempre fue un entrenador universitario. Necesito un entrenador al que pueda respetar porque haya demostrado algo en esta liga y se deje aconsejar».
Convencer a Ben Gordon de su valía debe ser su primer objetivo para ganarse a la plantilla.