Ser relevante en Europa y dar el salto a la NBA no es siempre una tarea sencilla. No todos están preparados para el cambio, y no todos han nacido para jugar en la mejor liga del mundo. Satoransky y Hezonja eran dos de los mejores jugadores del Barça, jóvenes, atléticos y con características que hacían presagiar una adaptación inmediata al otro lado del charco.
Ambos tuvieron un aterrizaje bastante dispar. El checo fue seleccionado en el puesto 32 del Draft de 2012 por Washington Wizards cuando tenía 20 años y despuntaba en Sevilla: 11,8 puntos y 4,4 asistencias en el Cajasol que le valieron para firmar con el Barça en verano de 2014. Previamente, ya había despertado el interés de la NBA, ya que además de ser seleccionado en la ceremonia, estuvo presente en la Summer League con los propios Wizards, aunque aparcase su salto unos años más.
El croata por su parte, venía de ser uno de los mayores talentos jóvenes del viejo continente en los últimos tiempos. En 2012 el Barça se adelantó al resto de grandes potencias europeas que le pretendían y le incorporó al filial con 17 años, aunque debutó en ACB y Euroliga en esa misma temporada. Pese a no contar con demasiadas oportunidades ni explotar del todo su talento, sí dejó muestras de su magia a chispazos: 8/8 en triples ante Manresa, 18 puntos en la Final ante el Madrid…
Aunque no llego a explotar como se podía imaginar, la NBA no se olvidó de él ni mucho menos y fue seleccionado en el quinto puesto del Draft de 2015 por Orlando Magic.
La diferencia entre ambos era evidente, Satoransky se iba 4 años después de ser seleccionado en el Draft tras haber despuntado en la mejor liga de Europa y haberse consolidado en un club como el Barça; Hezonja acudió a la llamada nada más sonar el teléfono, ayudó ser seleccionado tan arriba con todas las ventajas económicas que ello implica, pero el croata estaba muy verde todavía.
Uno se iba con el solomillo al punto y el otro con el bistec crudo, pese a ello, a ambos les salió cruz, al menos hasta hoy.
Tú a la Casa Blanca, yo a Disney World
Con sus destinos decididos, hicieron las maletas rumbo a Washington (Satoransky) y Orlando (Hezonja). A priori los dos tendrían difícil ganarse minutos ante la dura competencia en su puesto. El checo tenía por delante a John Wall, Trey Burke, Brandon Jennings, Bradley Beal y Marcus Thorton en la rotación. El croata se topó con Victor Oladipo, Evan Fournier, C.J.Watson y también, Brandon Jennings, por delante suyo.
Ante este escenario, ambos debían cargarse de paciencia y esperar su turno. La NBA regala oportunidades, pocas, pero las concede, y siempre hay que estar alerta para aprovechar alguna, porque no suelen repetirse. El primer año de Hezonja promedió 17,9 minutos por partido con solo 6 titularidades. Peor fue aún su segundo año, el pasado, donde bajó hasta los 14,8 minutos y solo 2 partidos en el quinteto inicial. Satoransky, vivió su primera temporada con unos promedios de 12,6 minutos por encuentro y 3 titularidades.
«Uno se iba con el solomillo al punto y el otro con el bistec crudo, pese a ello, a ambos les salió cruz, al menos hasta hoy».
2018, el año del cambio
A nivel contractual, ambos presentan también diferencias. Hezonja firmó su contrato de rookie, 2+2 por unos 4 millones por temporada. En octubre de 2016, los Magic hicieron efectiva la opción de equipo para su contrato de la presente campaña, aunque hace unas semanas decidieron no extender esa opción para la 18-19, por tanto este verano será agente libre. Satoransky, al llegar a la NBA años después de ser elegido en el Draft, podía decidir su salario libremente y acordó 3 años y 9 millones con los capitalinos.
Envueltos en rumores de traspaso y sin aparente mejora a nivel deportivo a corto plazo, 2018 tampoco parecía el año indicado para que la situación diese un vuelco, y aunque las circunstancias han ayudado, parece que por fin empiezan a encontrar su sitio contra pronóstico.
Las lesiones de Evan Fournier y Terence Ross en Orlando y John Wall en Washington, hicieron de repente, generar una oportunidad en ambos jugadores en sus respectivos quipos.
Hezonja había acumulado hasta el 30 de enero 9 titularidades, con picos de minutos superando la treintena y alcanzando su tope personal de puntos con 28 el 17 de diciembre, pero en febrero ha acumulado seis titularidades, todas ellas seguidas, con unos promedios de 17,3 puntos, 6,3 rebotes y 2,1 robos en 30,9 minutos. Una regularidad que parece podrá mantener en el tiempo tras el parón del All-Star, ya que la salida de Elfrid Payton todavía le ha otorgado más protagonismo en la rotación de unos Magic que ya no tienen nada que perder (18-39).
En cambio Satoransky vive una situación más cómoda, en un equipo inmerso en la lucha por los Playoffs, son cuartos con un balance de 33-24. Antes del 27 de enero, el checo no sumaba ninguna titularidad esta temporada, aunque a partir de la grave lesión de John Wall, ha salido de inicio en los 9 partidos que han disputado. En 27,7 minutos ha alcanzado 11,4 puntos y 5,8 asistencias con topes de carrera de 25 puntos y 11 asistencias en este período.
Un caso más de que la NBA da oportunidades que en este caso, ambos han sabido aprovechar. Veremos hasta cuando, pero para Hezonja y Satoransky, una oportunidad lo es todo.