Comienza una temporada nueva y como siempre, en esta campaña 2017/2018, ya pensamos en quién llegará a las finales, quién será MVP o quién ganará el anillo. San Antonio es una franquicia que podría responder a estas preguntas, tanto colectivamente, siendo uno de los equipos que compitan a finales de junio por ser campeón de la NBA, como individualmente, ya que cuentan con uno de los jugadores de moda, Kawhi Leonard, opositor directo al título de MVP.
Los de Gregg Popovich se han perdido piezas de importancia pero también se han reforzado de manera inteligente. La renovación de Pau Gasol por 3 temporadas más, la contratación de Rudy Gay, que supondrá tener un recambio de calidad para su jugador franquicia Kawhi; o Brandon Paul tras pasar unos años por Europa y meses por Philadelphia, será un plus en el tema físico tanto en la defensa de 1×1, como en los rebotes tanto ofensivos como defensivos.
También ha llegado Joffrey Lauvergne, joven interior francés, que tendrá dos grandes ejemplos de donde aprender: LaMarcus Aldridge y Pau gasol. Tony Parker tendrá labor paternofilial con el rookie Derrick White, un base con excelentes números en NCAA con Colorado (18 puntos, 4 asistencias, 4 rebotes), al que seguro que los tejanos le sacarán lo mejor de si.
Las bajas de Dedmon y Simmons le restan fondo de armario
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Nos centramos ahora en las bajas de los Spurs de cara a la temporada 17-18. En primer lugar, el veterano Joel Anthony se desvincula de la plantilla de San Antonio. A sus 35 años, se marcha a Milwaukee, será un jugador con experiencia (2 anillos en su palmarés) para una plantilla joven. En segundo lugar, a Atlanta se marcha Dewayne Dedmon que con sus 5,1 puntos por partido la temporada pasada y buenas sensaciones bajo los aros, buscará una mayor regularidad en los Hawks. Por último el exterior y uno de los hombres sorpresa del curso pasado, Jonathon Simmons, vestirá la elástica de Orlando Magic.
La marcha de dos de sus jugadores más importantes en rotación, como Jonathon Simmons y Dedmon titulares la pasada campaña, supondrán un cambio importante en el plan de juego de Popovich. Pero las incorporaciones han sido bastante inteligentes. Pierden a dos de los referentes en el vestuario como son Joel Anthony y David Lee, ya que sumaban 22 temporadas en la liga entre ambos. Quizá la renovación de Ginobili tenga un objetivo más bien “paternal” junto con la de Pau Gasol (3 años más).
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Tony Parker y Gay, bajas al comienzo de la temporada
No olvidemos las baja de Tony Parker hasta febrero. Pierden en dirección de juego, pero ganan en oportunidades para Patty Mills y el rookie Derrick White, que como novato agradecerá todos los minutos que le sean ofrecidos. Rudy Gay sigue recuperándose de su rotura del tendón de Aquiles, que le hizo perderse gran parte de la temporada pasada donde estaba promediando casi 19 pts por partido, veremos cuánto tardamos en ver jugar al nuevo recambio de Leonard.
Hablar de San Antonio es hablar de la dinastía más importante de la NBA en el siglo XXI. Podemos recordar la era de David Robinson (MVP: 1998) y su sufrido anillo, seguido de Tim Duncan (MVP: 2002 y 2003) y sus secuaces Ginobili y Tony Parker, llegando a ganar en este período (del 1999 al 2014) 5 anillos. Ahora sin Tim Duncan por segundo curso, miembro de ese big three letal, toca seguir siendo una franquicia que tenga posibilidades de todo. La filosofía de Gregg popovich (mejor entrenador 3 veces en los últimos 18 años) tachada de lunática por su peculiar metodología de trabajo, tendrá que seguir siendo eficiente ahora con diferentes referentes dentro de la cancha.
El nuevo proyecto de la franquicia de San Antonio parece tener buena pinta, aunque esta vez sea a medio plazo. Seguramente estén dando guerra como lo hacen siempre con su baloncesto de circulación y defensa. Quién sabe si con los equipos que han hecho trades millonarios como Houston, Golden, Boston o Cleveland, entre otros, habrá sitio para un equipo no individualista y de baloncesto elaborado.