San Antonio arranca una nueva era con DeRozan

En apenas una  semana de este verano 2018 los Spurs perdieron a Tony Parker, Danny Green y Kawhi Leonard; sí, habéis leído bien, una franquicia sólida y atemporal, inamovible y ejemplar, ha perdido a tres de sus pilares de un plumazo.

Con Kawhi estamos ante algo más que un pilar; la gran estrella, aunque algunos ya le quieran quitar ese rango por los capítulos imborrables que ha protagonizado esta pasada temporada y que ponen en entredicho su capacidad de liderazgo y su imagen en la liga. Aún así, hablamos de un tipo que ha sido MVP de las Finales, dos veces All-Star y dos veces Jugador Defensivo del Año; con sus problemas físicos y de comportamiento al margen, debería seguir siendo élite ahora en Canadá. Todo se fue derrumbando en el adiós de Tim Duncan.

La resistencia ahora es Ginóbili, que todavía debe decidir si regresa a San Antonio para un último baile. Todo parecía indicar que sí hace unas semanas, pero con este derrumbamiento, el argentino podría cambiar su hoja de ruta, aunque es algo poco probable, pues él es dueño de su destino y ahí todavía pesa mucho el factor Popovich. Sea lo que sea lo que decida Manudona, en El Álamo se inicia otra etapa, una que deberá ser liderada por un jugador que ha marcado época en Toronto siendo líder en partidos disputados, en minutos y en puntos y está en el podio en robos y asistencias. DeRozan abandona Canadá hundido, preguntándose qué es la lealtad, pero siempre podrá ser recordado con eso de ser el Best Raptor Ever. 

Encajar en un estilo muy particular

A nadie se le escapa que el baloncesto de los Spurs es especial. Más allá del soberbio amor por el juego en equipo o el dominio del extra pass, la libreta de Popovich siempre ha sido de un ramillete inigualable, haciendo gala de recursos tácticos sólo al alcance de unas cuantas mentes privilegiadas. DeRozan domina como pocos el mid range, algo que en San Antonio han apoderado casi suyo, lejos del rango desde más allá del arco de los Rockets por ejemplo; también ha demostrado moverse como pez en el agua en sistemas ofensivos lentos, de agotar la posesión podríamos decir, lejos también del ritmo vertiginoso al que nos han acostumbrado los Warriors en los últimos tiempos. También en el pick&roll ha sido un jugador consistente, entre los mejores de la liga y teniendo ahora a excelentes bloqueadores como Aldridge o Gasol, podrá seguir explotando esa faceta.

DeRozan sumará mucho a San Antonio en un momento de cambio generacional para la franquicia. Al lado de Pops, que también le tendrá en el mini camp de la selección de Estados Unidos, podrá ampliar, más si cabe, su arsenal ofensivo, que ya dio muestras de crecimiento la temporada pasada con una mejora en el lanzamiento exterior. Poeltl por su parte, tiene mucho por pulir a sus 22 años, pero ha demostrado cosas interesantes en su breve etapa por Toronto. Los Spurs, que siempre han creado sólidos jugadores interiores en los últimos años, tendrán un talento por desarrollar de los que le gustan a Popovich, con buenos fundamentos ofensivos, sobre todo con movimientos al poste y aptitudes defensivas para hacer de él un intimidador a largo plazo.

El factor de la lealtad

Nueve años en una misma franquicia, consolidando el crecimiento de una ciudad y un equipo hasta límites impensables, formando un dúo endemoniado con Lowry y estableciendo un vínculo con la afición envidiable, es buena parte del legado que va a dejar DeMar en Toronto; además de los registros mencionados antes, su huella en los Raptors ya está a la altura de Vince Carter o incluso por encima. Él ha sido siempre uno de esos jugadores que ha lucido con orgullo la bandera canadiense allá por donde ha ido, pensando que siempre ese estado al norte de su casa sería ahora su casa para el resto de su trayectoria deportiva, pero la NBA no se apiada de nadie y está más que demostrado. Nadie está a salvo y los general managers en ocasiones parecen seres sin corazón, haciendo uso de una frase americana tan célebre como el best for business.

Minutos antes del traspaso, DeRozan, no ajeno a los rumores que ya circulaban por el mundo entero, publicó en su Instragram personal el siguiente mensaje: «Te dicen una cosa y acaba pasando otra. No se puede confiar en ellos. No hay lealtad en este juego, te venden rápido por casi nada». Una frase que resume exactamente la sensación de todos y la realidad en una liga que no hace amigos.

Sergi Concha: Estudiante de Periodismo Deportivo. Editor de SweetHoops.com. Puedes escucharme en Banana Boat Podcast.
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