Todo parecía felicidad y un camino de rosas para los Warriors hasta que llegaron a New Orleans. El ambiente en el Smoothie King Center era de fiesta total, incluso instalaron un puesto de afeitado gratis para los aficionados que quisieran parecerse a Nikola Mirotic. Los Pelicans sacaron toda su artillería a relucir de la mano de Rondo para recortar distancias en la serie. Los Rockets por su parte, no se intimidaron ante el calor del público de Utah y arrollaron sin miramientos a unos Jazz que no sabían por donde le venían los golpes. Recuperan los texanos la ventaja de campo y dan un serio aviso a los de Salt Lake City.
Pelicans 119 – 100 Warriors (1-2)
Volvía Stephen Curry al quinteto titular por primera vez tras su lesión y el partido empezó plagado de errores en el tiro y pérdidas de balón que podrían hacer presagiar un partido de pocos puntos. Apenas 4 puntos para cada equipo en los primeros cuatro minutos, pero a partir de ahí todo se vino arriba, sobre todo en los Pelicans. 30-21 ya en el primer período con el acierto exterior de Holiday y Solomon Hill, inesperado héroe con 9 puntos y 3/3 en triples. Arrancaron también dominantes los locales el segundo cuarto con un parcial de salida de 8-2, aunque Klay Thompson activó la metralleta para meter 20 puntos en el período y acercar a unos Warriors que no se sentían nada cómodos en la pista. Apareció también Mirotic con alguna buena canasta para mantener a flote la ventaja y llegar con un 62-56 al marcador que no reflejaba del todo el dominio en el juego de unos Pelicans que generaban mucho peligro con la circulación de balón, guiados por un mágico Rajon Rondo que acabaría con 21 asistencias.
Tras el descanso los Pelicans siguieron aumentando su ritmo y endosaron un parcial ya casi definitivo donde lograron 20 puntos de ventaja. Los Warriors encadenaron de nuevo pérdidas de balón y una serie nefasta en el tiro para irse del partido y alimentar a un Anthony Davis que empezaba a mostrarse imparable. Reaccionaron justo antes de acabar el tercer período los de Kerr, pero ya quedaba demasiado poco tiempo (92-75). Los últimos 12 minutos sirvieron para aumentar una ventaja que llegó a alcanzar los 25 puntos y para que Davis siguiese sumando sin parar hasta llegar a los 33 puntos, 18 rebotes y 4 robos. También para que Green y Rondo siguieran con sus piques que acumulan en la serie, a lo que ambos se refirieron tras el choque: «Vas a tener enfrentamiento cara a cara con alguien. Así es como se defiende”, dijo Dray, mientras que Rajon no quiso entrar demasiado al trapo: «Él es así, ese es su juego. No trato de provocarle ni nada por el estilo. Él habla mucho en la cancha y eso es parte del juego. Estamos compitiendo».
En los instantes finales pudimos ver en pista a los menos habituales de ambos bandos, aunque antes hubo tiempo para despedir a Rondo con una ovación cerrada por sus 21 asistencias, la máxima en playoffs desde las 23 de Nash en 2007. Al final, 119-110 y otro partido en New Orleans en el horizonte con la moral por las nubes para igualar la serie.
Jazz 92 – 113 Rockets (1-2)
Houston parece no querer más sorpresas en la serie y sacó todo su poder, ese que demostraron en algunos partidos de temporada regular que les colocaba favoritos al anillo, para romper el partido ya en los primeros minutos. 19-5 de salida para los texanos, impecables en ataque y en defensa, donde frenaron en seco a Donovan Mitchell, que vivió de lejos su peor noche desde que arrancaron estos playoffs. Houston cerró el primer cuarto con 33-19 favorable y ninguna pérdida de balón, además de tirar por encima del 60% en tiros de campo. Un vendaval. En el segundo período hubo una tímida reacción de los locales con el sorprendente Royce O’Neale comandando la revolución, rápidamente parada por D’Antoni y magistralmente respondida por los jugadores; 18-6 de parcial tras tiempo muerto y partido de nuevo roto en pedazos. 70-40 para Houston al descanso con un intratable Eric Gordon, que llegó a los 16 puntos al descanso de sus 25 totales. Los Rockets igualaron su máxima ventaja al descanso en un partido de playoffs.
En la reanudación siguieron los problemas para Utah, que llegaron a perder por 37 y sufrieron la lesión de Favors, que abandonó la cancha para no volver. Harden se puso el equipo a la espalda para dar la estocada final a los Jazz y certificar una victoria reanimadora para Houston y para decir que todavía siguen siendo dominantes, que lo del otro día pudo ser solo un accidente pese al gen competitivo de estos Jazz. Mitchell acabó con 10 puntos y un doloroso 4/16 en tiros de campo, superado en todo momento por un Harden que llegó a los 25 tantos y 12 asistencias.
Snyder tendrá ahora muchas cosas a analizar para el cuarto partido, también en Utah, donde podrían volver a empatar la serie o quedar ya casi sentenciados. Ricky Rubio, que tampoco pudo jugar este tercer partido, podría estar disponible para el siguiente, aunque será duda hasta última hora.