Este jueves la NBA hacía públicas las plantillas que disputarán el próximo All Star Game de Nueva Orleans. Como cada año, la lista trae consigo importantes ausencias de jugadores que quizá por nivel o quizá por reconocimiento a la buena trayectoria de sus equipos deberían haber entrado.
Si bien es cierto que el holocausto de las lesiones que estamos viviendo este año ha propiciado que entren caras nuevas que a principio de temporada se daban por inesperadas, también es verdad que estas bajas han ampliado el espectro de jugadores seleccionables. Así, a medio camino entre la bizarra ausencia de pívots producida por la elección popular y la ambigua lista que han proporcionado para los suplentes los entrenadores de las 30 franquicias de la liga, el equipo de Sweet Hoops se junta en camarilla para comentar quienes son los jugadores que más se echarán en falta el próximo 16 de febrero.
PD: Falta saber quién ocupará la casi asegurada baja de Bryant, una ausencia que no obstante, no subsanará todas las caras que a nuestro entender podrían haber entrado en la lista de definitiva.
Falta la magia de Lance Por Guillermo Gascón
Lance tiene que estar. Estamos hablando del jugador que conecta con la grada de una forma directa. Expresa basket en cada bote y cada pase. Sin mirar, entre las piernas, rompiendo caderas, alley-oops… Si el All Star es espectáculo, Stephenson merece un hueco.
Líder de la liga en triples-dobles con 4 en lo que llevamos de campaña, el bueno de Lance ha conseguido dar un plus a su equipo, el mejor de liga a día de hoy y que sin duda se merecía colar un jugador más en la floja conferencia Este.
Dragic y los Suns se lo merecen Por Diego González
Gran culpa de que los Suns ocupen el sexto puesto de la Conferencia Oeste (sorprendiendo a propios y ajenos) la tiene Goran Dragic. El esloveno sorprendió, al inicio de la campaña, al formar uno de los mejores backcourts de la liga junto con Eric Bledsoe y, ya sin él, debido a una lesión, ha aumentado sus prestaciones (pasando de 17,3 puntos en noviembre a 22,3 en enero, con porcentajes en tiros de campo por encima del 50%).
Sin duda la competencia con jugadores que han demostrado tanto como Tony Parker o Chris Paul han lastrado sus posibilidades, pero sin duda ha sumado tantos méritos como éstos para estar ahí. La puerta no está del todo cerrada para el esloveno, que podría entrar si finalmente Kobe Bryant o el mismo Paul no consiguen recuperarse de sus lesiones.
Anthony Davis es el nuevo hombre grande Por Javier Marmisa
Veo las plantillas del All Star de este año y cada vez dudo más del criterio del amplio populacho. Está muy bien que todos tengamos voz, pero no todas las opiniones deberían valer lo mismo. Me duelen los ojos cuando no veo a pívots en un quinteto. El mismo Bryant ha rogado al público no ser votado por su temporada y tiene cargo de conciencia a ir, como Obama debió tenerla al aceptar el Nobel de la Paz.
Es indigno de un All-Star que una leyenda como Kobe pida no ir. No se merece pasar por ese bochorno. Es genial que guste la NBA en China y es un mercado más que interesante. Pero Jeremy Lin no merece ni de lejos ser titular en un quinteto All Star -se quedó como sexto hombre en las votaciones- ya que dudo que merezca serlo por delante de Beverly en Rockets.
Mis ausencias más notables son dos. Una, Anthony Davis. No es sólo el tremendo mérito de superar la presión de una mala temporada de estreno siendo el número uno del draft. Es también la tremenda evolución física que ha experimentado y la inteligencia que desarrolla en la cancha para imponerse físicamente a rivales mucho más fuertes. Es defensa, es espectáculo y está llamado a ser junto a Alridge, Griffin o Love el futuro cuatro de la liga.
También pido un minuto de silencio para Monta Ellis. Esa estrella en la sombra. Un jugador espectacular que ha ayudado y mucho a volver a inyectar de ilusión a Dirk. Que ha levantado una franquicia muerta, y que fue elegido en el puesto cuarenta de la segunda roda del draft de 2005.19 puntos y 6 asistencias por partido le contemplan.
A vueltas con DeMarcus Por Víctor Millán
Se dice que tras tres años es cuando se puede medir sin miedo a caer en equívocos la calidad de los jugadores salidos de un draft. Pues bien, tras este periodo, DeMarcus Cousins ha demostrado ser el mayor baluarte -con su amigo John Wall mediante- de aquella clase de novatos con poca cabeza y mucho talento que desembarcaron en la NBA allá por 2010. Sus 22 puntos y 11 rebotes de media lo colocan como el mejor center a nivel de números, un rendimiento que le da daría de sobra para ser All Star sino fuera por jugar donde juega y usar la cabeza para poco más que llevar cinta.
No obstante, la actitud del bueno de DeMarcus parece haber mejorado de forma paralela al proceso de reafirmación que se vive por Sacramento desde el intento fallido de mudanza rumbo a Seattle. Hay equipo, sobra talento, y falta una madurez que, precisamente, está empezando aportar este pívot de 2,11 capaz de cruzarse la cancha botando y driblando sin mirar al base.
Su ausencia en el All Star es a mi juicio un error que ahonda aún más en la crisis de hombres grandes que tiene a día de hoy la liga. Los entrenadores habrán salvado a Howard, pero han obviado al hombre que reclaman.
Al Jefferson, el eterno olvidado Por Juanfran de Haro
“Big” Al es el jugador franquicia y primera opción ofensiva de los Bobcats, equipo que ocupa puestos de playoffs. Su impacto en Charlotte ha sido realmente notorio esta temporada, siendo la principal razón de que a estas alturas lleven 21 victorias, cuando sumando las de las dos últimas temporadas consiguieran 28.
Suele ocurrir que las elecciones de la liga para el All Star Game se basen en el récord de los equipos, pero a la vista de elecciones como Irving, Anthony o Love para el quinteto titular, parece claro que los aficionados valoran más el rendimiento individual de cada jugador que el hecho de que sus equipos tengan más o menos victorias. Teniendo en cuenta que el All Star es una fiesta que tiene como fin ofrecer el mayor y mejor espectáculo posible para el aficionado, deberían asistir los mejores jugadores. Y Al Jefferson es, a día de hoy, el mejor pívot de la Conferencia Este
El pívot de los Bobcats supera en PER (Player Efficiency Ranking) a todos los suplentes de la Conferencia Este y a dos de los titulares. Aunque el mejor argumento para que Al Jefferson hubiera sido seleccionado para disputar el primer All-Star Game de su carrera son sus números: 20 puntos, 10.7 rebotes, 2.1 asistencias y 1.2 tapones.
Estos son los nuestros… ¿Y los tuyos?
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