Kyrie Irving ha sido el protagonista del traspaso del verano en el Mercado NBA. O más bien de todo el verano desde que a principios del estío se filtrara su posición de abandonar los Cleveland Cavaliers, donde había conseguido un anillo (2016) al lado de LeBron James con un rol de segunda espada muy destacado.
Esta semana el programa First Take de ESPN realizó la primera entrevista en profundidad al jugador tras su marcha a Boston. En ella, Irving hizo aún más hincapié si cabe en lo mal que parecía estar su relación con LeBron.
“¿Le comunicaste a LeBron James tu marcha”-le preguntaron- A lo que el jugador respondió con un impasible “No”, que se remató con un “¿Por qué debería hacerlo?”. Su salida, tal y como él mismo contó en esta entrevista, no se debe a un tema de ego, sino a que quería hacerse grande en términos de jugador. “Quiero salir del pick&roll y desentrañar la defensa rival […] No soy solo un jugador de uno contra uno”, contó Irving, siempre con un tono desinhibido pero también un tanto cansado.
La entrevista de ESPN como no ha traído muchas reacciones. En primer lugar, es complicado saber en qué momento se pudo torcer su relación con LeBron, con el que parecía tener un vínculo bueno. También ha abierto dudas sobre el carácter de Irving, del que siempre se ha dicho que es un tipo introvertido, y que al parecer se marchó de Cleveland sin demasiado trauma a pesar de que fuera la franquicia a la que hasta ahora había vinculado su carrera NBA desde que fuera drafteado en 2011 con el pick número 1.
Todas las preguntas que nos deja el traspaso de Irving e Isaiah Thomas
En resumidas cuentas, Irving ha pasado desde fuera de ser el mejor escudero posible de LeBron a un base que quiere buscar su propio camino. Y eso no tiene nada de malo, se ha ido a los Celtics, un equipo con intención de plantar cara a su exequipo, pero sí que abre ahora el debate sobre las cualidades del jugador para emprender este viaje con opiniones contrarias. Algunos piensan que Kyrie nunca ha sido un jugador capaz de liderar por sí mismo un conjunto. Otros que sin él LeBron jamás habría tenido un regreso exitoso a Cleveland. Y seguramente ambas posturas tengan parte de razón, pero hablemos un poco más de ello.
“Quiero salir del pick&roll y desentrañar la defensa rival […] No soy solo un jugador de uno contra uno”
Irving, un tipo nacido con el baloncesto como referente
La entrevista de ESPN también ha servido para que aparezcan algunos comentarios sobre el carácter e incluso la mentalidad de Irving, que como decimos, se daba por un chico retraído. Incluso a veces con tono despectivo uniendo sus opiniones actuales a las de un tipo que ha llegado a declarar que cree que la Tierra es plana. Sí, Kyrie puede ser algo tímido, pero tampoco parece muy inteligente a la hora de meterse en jardines, sobre todo teniendo en cuenta que a pesar de ser becado por sus condiciones deportivas, jugó en el campus de la Universidad de Duke.
Irving, de 25 años, nació en Australia, donde su padre era jugador profesional. Su madre falleció por una enfermedad cuando él solo tenía 4 años, por lo que junto con sus dos hermanas, tuvo que criarse sin esa figura materna.
Sí, Kyrie puede ser algo tímido, pero tampoco parece muy inteligente a la hora de meterse en jardines, como cuando aseguró que pensaba que la Tierra era plana
Poco después su padre vuelve a Estados Unidos donde comienza a colaborar con la Universidad de Boston, combinado con el que había jugador en su época universitaria bajo las órdenes de Rick Pitino. Se asientan en New Jersey, y es en ese tiempo, cuando viendo un partido de los Nets, Irving decide que quiere llegar a jugar en la NBA. No hace falta ahondar mucho más, su carrera a partir de instituto fue prometedora, y acabó llegando a la NBA en 2011 en primera posición del Draft, cumpliendo el camino de un chico que era hijo de un jugador profesional y con el baloncesto encima de la mesa desde el comienzo de su vida.
Irving, un tipo que elige la posibilidad de crecer
Que ahora Irving asegure que La Tierra es plana, en broma o en serio, se ha utilizado después de su entrevista para suponer que el jugador no tiene demasiadas luces. Y bueno, podría ser cierto. Pero quien haya visto el vídeo completo de la entrevista también le verá desgranando su opinión con argumentaciones que exceden en mucho a las que estamos acostumbrados a ver en España cuando se lanzan preguntas en rueda de prensa a muchos deportistas. Esto es un texto de opinión y, en definitiva, yo no creo que Irving sea un memo, aunque alguien deba explicarle que la Tierra no es plana.
Su llegada a Boston estará condicionada en los próximos meses lógicamente por sus actuaciones, y ahí se abre el verdadero debate importante: el deportivo.
Desde su llegada a la liga hasta el regreso de LeBron con él como referente los Cavs no pisaron PlayOffs. Tampoco lo hicieron los Wizards de Wall hasta que pasaran tres años de su drafteo y su equipo se reforzara.
Irving era en esa época -la anterior a LeBron- un base apasionante. Era eléctrico, comenzó a perfilarse como uno de los mejores dribaldores de la NBA, y demostró tener un olfato especial para el clutch. El problema seguramente sea que años después, con su salida ya hacia Boston, Irving no ha demostrado ser mucho más que eso solo que en cotas de atención -Las Finales- y con responsabilidades mayores. Que de por sí ya no es poco.
Kyrie Irving, un tipo fundamental en los éxitos de Cleveland
Irving promedió el año pasado 25.2 puntos por partido. Su media más alta de anotación en su carrera, incluso más que cuando estaba solo. Este aumento seguramente tenga parte de culpa en los descansos programados que LeBron ha tenido durante la última campaña y la escasa voluntad de ‘The King’ por hacer números extraordinarios durante la regular season. Pero eso no quita que Irving sea a día de hoy uno de los mejores bases anotadores de la NBA, y lo que es más importante, con un peso decisivo en el único éxito que ha tenido Cleveland.
Si no, solo hace falta recordar que las primeras Finales Cavs-Warriors (2015) se inclinaron hacia los de Oakland después de que Irving se lesionara. Y que en las de 2016 un tapón suyo sobre Curry, y después ese triple a 55 segundos del final en el séptimo partido -cuando los Cavs le hicieron un aclarado para que se midiera a Curry- fueron clave en el primer anillo de Cleveland.
Kyrie Irving, un base incógnita
En resumidas cuentas, poco tiene que descontar Irving a su talento como anotador. Ahora bien, ¿es un jugador capacitado para liderar un equipo?
Aquí las dudas solo las podrá resolver ver cómo encaja los Celtics. A priori, el talento que reivindica -ese “no soy solo un tipo de uno contra uno”- es algo que nunca hemos visto. LeBron domina a la perfección la lectura del juego y el timing de los partidos y era él quien “desentrañaba” esas defensas que ahora quiere romper Irving. No era una cuestión de que LeBron no le dejara, sino pura practicidad. Si tienes a un tipo que lleva una década marcando al equipo desde la posición de alero, y haciéndolo bien, lo lógico es seguir insistiendo. A los Cavs, en definitiva, no les hacía falta un creador.
Cuestión distinta son sus funciones en defensa, a priori bastante limitadas por lo que hemos visto. Irving nunca ha pasado de los 1,5 robos por partido, su balance en defensa con él en cancha es plano con respecto a otros cambios, y si acaso ha destacado como taponador de su par en situaciones en las que ya se había visto desbordado. Quizá por eso, y a pesar de sus números y de ser el base titular de un equipo finalista, rankings como el de Sport Illustrated sigan poniendo delante de él a una ristra de bases importante: Stephen Curry, Russell Westbrook, Chris Paul, John Wall, Damian Lillard, Mike Conley y Kyle Lowry. El siguiente base tras él, para hacernos una idea, es Kemba Walker, que ya sí que parece claramente en otra división inferior.
Sobre Irving y su encaje entre los mejores bases de la liga merece la pena también otro punto de vista. Con él hemos pasado de los Cavs en los que se peleaba por ver quién se la tiraba con Waiters antes de la llegada de LeBron, a estar bajo su sombra cuando solo contaba con 3 años de profesional. Otros bases llegados a la liga, como Wall o Lillard, han tenido una carrera en la que sus franquicias han construido en torno a ellos, lo que seguramente les haya ayudado -y forzado- a ser más completos o fracasar. Aunque no han ganado un anillo, eso sí.
Su eclosión como jugador total por lo tanto depende de su encaje en los Celtics. Y ahí tenemos dos problemas: el primero se llama Isaiah Thomas. Si los Celtics lo han fichado es porque creen que puede ayudar a compensar la pérdida de anotación que han dejado atrás al intercambiar al pequeño base. Thomas -y es una burrada- promedió el curso pasado 29 puntos, así que se espera que Irving anote, y mucho, lo que podría relegarle a un rol similar al que tenía en Cleveland. El segundo es Gordon Hayward, para muchos -también para el ranking de SI- a día de hoy mejor jugador que Irving, y otro alero que acostumbra a tratar muy bien el balón y los tiempos del juego, al igual que LeBron.
Quizá los Celtics por lo tanto no sean el mejor equipo para que Irving deje ver esa otra faceta de su juego que todavía no hemos visto y que le podría hacer colarse entre el Top-5 de su posición en la liga. O quizá la despliegue pese a todo y los Celtics sean un superequipo de verdad. No obstante, para eso lo han fichado.
Lo único que sabemos a día de hoy es que ver cómo encaja en su nuevo equipo va a ser de lo más interesante de seguir en las primeras semanas de la temporada. Y que la Tierra no es plana, claro.