Golden State Warrios Por Diego González
En la bahía de Oakland los aficionados pasean con cierta sensación agridulce, con un alivio por ver que finalmente los Warriors están en PayOffs y que, aun sin el factor campo a favor, tienen opciones de dar la sorpresa, como ya hicieran con Dallas en 2007 o el año pasado con Denver, cuando quedaron en la misma posición que este curso (sextos). Con confianza por saberse mejores que el curso pasado, pero con el castigo a su mala temporada y a su irregularidad de enfrentarse a los mejores Clippers de la historia. Ya no son sólo Griffin y Paul, se trata de, quizás, la plantilla más larga de la liga, comandados por una garantía lucha, competición y, por qué no, de éxito, como Doc Rivers.
Pero Marc Jackson tiene sus propias armas. Para empezar, la de un anotador compulsivo que llega en su mejor momento del año a los PlayOffs, con una media de 26,4 puntos y 9,9 asistencias en el mes de abril como Stephen Curry. O la de un Klay Thompson que ha dado un salto cualitativo este año. Ambos forman probablemente el mejor perímetro de la NBA, por lo que la defensa de los Clippers se tendrá que aplicar en la línea exterior. De ello se podrían beneficiar David Lee, el rejuvenecido Jermaine O’Neal o Andrew Bogut (duda para los primeros partidos), que tendrán un duelo de ensueño con Griffin y DeAndre Jordan. En esa aparente igualdad de los cincos titulares, el banquillo puede marcar la diferencia. Y si el de Clippers es largo, el de los Warriors tampoco se queda atrás. La llegada de Iguodala relegó al banquillo a Harrison Barnes, lo que posibilita mayor número de minutos de calidad en pista y más descanso para los exteriores, sobre todo con la llegada de piezas adicionales como Steve Blake y Jordan Crawford.
Brooklyn Nets Por Javier Marmisa
Brooklyn Nets me recuerda mucho al equipo de la campaña pasada, pero con una diferencia clara: está haciendo todo justo al revés. Ha ido de menos a más, al contrario que la temporada pasada. Del invidualismo al equipo en conjunto. De la desgana a la ambición.
Jason Kidd ha hecho una temporada espectacular como entrenador debutante al ser capaz de haber controlado una situación que parecía abocada al fracaso. Unir a muchas figuras que hacían la guerra por su cuenta y ponerles una meta en común, el éxito.
En la que es la eliminatoria más interesante a seguir en el este se enfrentarán a unos Raptors a los que superan en experiencia. Tienen todo tipo de armas de diversa índole: el capaz de lo mejor y lo peor Deron Williams, una metralleta en Joe Johnson, y una pareja de lujo con The Truth y Garnett; quien podría ser clave en algún que otro parcial en un partido apretado.
Sin duda lo mejor de los Nets son sus hombres secundarios. Shaun Livingston puede ser clave para anular a Kyle Lowry, la piedra angular de Toronto. El novato Mason Plumlee ha demostrado ser una tremenda elección y el robo del pasado draft supliendo su falta de altura con una pasión y entrega incuestionables. Si defienden como saben pasarán ante Toronto y pueden poner en apuros a unos Heat desgastados de ganar. La suerte está echada.
Indiana Pacers Por Juanfran de Haro
A pesar de haber acabado la temporada como la empezaron, siendo el mejor equipo de la Conferencia Este, los Pacers han ido perdiendo fuste y consideración de contendientes al título conforme se iba acercando el final de la temporada regular. Tras un comienzo fulgurante que les llevó a terminar el año con un extraordinario récord de 25-6 y llegar al parón del All Star con dos victorias de ventaja sobre Miami, su final de temporada ha dejado más sombras que luces y ha sembrado dudas sobre si este proyecto está ya en disposición de pelear seriamente por él anillo de campeón, algo que se ha acrecentando con el mal comienzo de ronda ante Atlanta.
¿Conseguiremos ver a los mejores Pacers? Es una cuestión por resolver. La versión del último mes de “regular season” y comiezo de PO no llegaría demasiado lejos, pero hay quien piensa que en Indiana pueden estar jugando al despiste. Es habitual que los equipos que comienzan tan fuerte desde el mes de noviembre y son capaces de amasar un buen balance de victorias/derrotas en los primeros compases de competición, se relajen un poco y dosifiquen esfuerzos conforme se va acercando la post temporada, sobre todo si se saben candidatos a jugar más allá del mes de junio.
No sería de extrañar que un equipo dirigido desde los despachos por un hombre curtido en mil batallas de playoffs como es Larry Bird y con el recuerdo de la derrota en 7 partidos ante Miami en la durisima final de conferencia del año pasado, volviera a engrasar la maquinaria en el momento de la verdad. Veremos cuanto se estira la cuerda de los Pacers.