Si la NBA ahora es un espectáculo tremendo, hubo un tiempo en el que la liga aún contaba con más ingredientes para sorprender al personal. Eran los 90, los tiempo del circo, de Jordan, de Barkley, de Olajuwon y de los jugadores más altos -y más bajos- que se han visto jamás en una cancha de baloncesto.
Durante los comienzos de la década coincidieron en la NBA los dos jugadores más altos de la historia de la liga. Uno pasó a la historia por su complicada y entrañable historia, Manute Bol, pero el otro, el más grande, ha pasado algo más desapercibido. Con 2 metros y 31 centímetros de altura, la liga acogió en 1993 al mayor gigante que se ha visto alrededor de un aro. Su nombre, Gheorghe Muresan.
Su mujer nunca pudo llegar a ponerle los cuernos.
Nacido en Rumanía en 1971, este tímido chico de inmensas proporciones jugó unos años en la liga francesa antes de unirse a la colección de cromos de los noventa. Allí jugaría desde el 93 al 2001, nueva parada por Francia mediante, haciéndose desde el principio con el cariño de los fans de los Washington Bullets, equipo con el que disputó casi toda su carrera.
Sin embargo, a diferencia de otros gigantes como Manute Bol o Yao Ming, la enormidad de Muresan no respondía a factores normales. Sus 231 centímetros de altura se debían a una enfermedad conocida como acromegalia, que provoca una secreción masiva de la hormona del crecimiento.
Así, la misma enfermedad que le permitió jugar con los mejores cuando los europeos aún se contaban con los dedos de una mano en la NBA fue la que retiró a Muresan prematuramente a pesar de los tratamientos a los que se sometió.
A Muresan sin embargo le dio tiempo a desterrar esa imagen de gigantón torpe con la que llegó a la NBA en 1996, cuando consiguió el premio a jugador más mejorado promediando 15 puntos y 9 rebotes por partido.
Pero nuestro protagonista fue mucho más que un jugador de baloncesto. Con estos ingredientes, su carisma se extendió pronto por la liga trascendiendo las canchas, participando en la película de humor ‘My Giant‘ junto con Billy Crystal y apareciendo también en el videoclip del tema del rapero Eminen, ‘My name is’.
En la actualidad, Muresan, que sigue viviendo en Washington, trabaja en el departamento de publicidad y relaciones públicas de los Wizards, donde sigue haciendo de las suyas.
Artículo publicado originalmente en Sweet Hoops el 16 de enero de 2014
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