Durante años las zapatillas de baloncesto vivieron una época dorada. Hablamos de comienzos de la pasada década, cuando a marcas conocidas como Nike, Adidas o Reebok se le sumaron otras como And1 o Dada. Se sacaron modelos muy locos (aquellas Dada con un ventilador dentro parecerían ahora de Black Mirror) y fueron muchos los jugadores que firmaron contratos astronómicos por ligarse a una marca.
Este auge de las zapatillas de baloncesto tuvo mucho que ver con la exposición del rap, y la cultura y la moda urbana. Era normal llevarlas por la calle. Los mocasines del rapper de comienzos de siglo. Pero todo ese tiempo pasó. El calzado deportivo vio ir y venir a numerosas marcas que apostaban por modelos arriesgados y lo que nos ha quedado de todo eso en la actualidad es un mercado mucho más reducido y una vuelta a la zapatilla de baloncesto como lo que es: unas zapatillas para hacer deporte, y en concreto, jugar al basket.
En este marco apareció hace un lustro con fuerza en el mercado NBA Peak, marca china que dio un golpe sobre la mesa firmando en 2015 a Dwight Howard. Tony Parker, el elegante Shane Battier o Lou Williams fueron otros de los nombres que se sumaron al barco, al que también su unió en 2016 un fichaje sorprendente para muchos: el australiano de los Bucks Matthew Dellavedova.
Dellavedova, un jugador medio entre los 18 jugadores ‘signature’ de la NBA
El base australiano venía de ganar el anillo con los Cavs ese año y de suplir con garantías a Kyrie Irving. Ese mismo verano firmaría un nuevo contrato por 9,6 millones al año y sería traspasado a los Bucks, ¿pero qué hizo que una marca como Peak se interesara en un jugador de corte medio como Delly?
Para entender esto hay que ver el restringido olimpo de jugadores que en la actualidad tienen una firma con una marca de zapatillas con su propio nombre, es decir, son un ‘signature’: la lista la componen solo 18 jugadores entre los que están LeBron James, Stephen Curry, Damian Lillard, Irving, Paul George, Durant, Westbrook… es decir, los mejores jugadores actuales junto a otros que heredaron sus contratos de la mejor época de sus carreras como Rajon Rondo o Derrick Rose.
¿Qué pinta ahí Dellavedova? La apuesta por Peak fue clara por entrar en el mercado australiano, pero además también veían en el base un mensaje claro: Dellavedova es un jugador blanco, extranjero, ni muy fuerte ni muy alto, tampoco muy habilidoso, y sin embargo ha ganado un anillo, tiene un contrato cercano a los 10 millones al año, y además ahora es un signature. Si Delly puede tú puedes. Ese era el mensaje. Y sus zapatillas la verdad que son tan sorprendentes como su firma en un mercado plagado de estrellas.
Review de las Delly 1: una zapatilla polivalente y cómoda
Desde Peak nos han invitado a probar las Delly 1, las zapatillas que llevan el nombre del jugador australiano, y que en un primer momento se lanzaron con los colores verde y amarillo de Australia. Son unas zapatillas de caña baja que dejan a un lado la imagen clásica de las zapatillas de basket que suben hasta el tobillo, al modo de la corriente que ahora apuestan muchos fabricantes y cada vez más jugadores, como Kevin Durant.
Hemos probado las Delly echando una pachanga (nos hemos esforzado, lo prometemos) y también en el gimnasio haciendo ejercicios de todo tipo, y lo primero que nos ha llamado la atención son su comodidad y su versatilidad. Ese modelo con tobillo bajo -aunque consigue que lo sientas sujeto cuando caes de un salto o juegas un partido- hacen que sean unas zapatillas polivalentes y además muy cómodas. Sientes todo el pie arropado, con una buena sujeción, pero sin sentirte agobiado como pasaba con muchas zapas de basket de la vieja escuela.
La suela es otra característica que queremos destacar. La hemos usado en parqué y en cemento, e incluso hemos corrido un poco con ellas, y también presenta un dinamismo muy bueno en cualquier terreno. Obviamente, si quieres usar las Delly 1 como tus zapatillas de baloncesto al 100%, recomendamos no sacarlas de este cometido, porque como sabrás el asfalto pasa factura a cualquier suela, pero a lo que vamos es que es una buena zapatilla que también puedes utilizar en tus rutinas de deporte más allá del aro sin pensar que te van a ser incomodas o te vas a sentir demasiado armado.
El diseño de las Peak Delly 1 hereda en parte lo que son los patrones de la marca: líneas finas con un contorno redondeado y el exterior juega con un conjunto de líneas y colores que componen los distintos modelos. Nosotros hemos probado las Glacier, en colores azules bastante acertados y que se salen un poco de los tonos que vemos últimamente en las zapatillas de basket. Las clásicas, más allá de los colores de Australia, y también se pueden encontrar en tono blanco, en gris y verde más discretas o el modelo Carnival, que mezcla de forma bastante elegante negro, azul y amarillo.
El precio de las PEAK Delly 1 en España es de 100 euros, una buena apuesta calidad-precio si lo que quieres son unas zapas cómodas a las que puedas sacar más rendimiento también fuera de la cancha en un momento dado.