Acaba la temporada NBA y llega el tiempo de repartir premios. Como cada año, entre otros reconocimientos, la liga otorga el galardón de Defensor del Año al mejor jugador defensivo del curso. Este premio es decidido por un grupo de periodistas y siempre suele venir cargado de polémica. Sin ir más lejos el año pasado Serge Ibaka se quedó segundo en la votación por detrás de Tyson Chandler cuando todo el mundo le daba por favorito. La idiosincrasia en la elección del premio dejó con el culo al aire a la misma NBA cuando el jugador de los Knicks no fue incluido en el mejor quinteto defensivo, reconocimiento elegido por los 30 entrenadores de la liga en lugar de los periodistas.
Este año la lucha por ser reconocido como mejor defensor del año está más abierta que nunca. Jugadores interiores y exteriores, estrellas y secundarios… y entre ellos Marc Gasol, que lo tendrá verdaderamente difícil sin los periodistas siguen tirando más hacia las estadísticas que hacia la presencia defensiva. Muchas opciones para un solo premio que esta temporada plantea más interrogantes que nunca.
Andre Iguodala (DEN)
Desde su llegada al equipo de Colorado Andre Iguodala se conformó como la pieza fundamental del backcourt de los Nuggets en defensa. Entre jugones como Lawson o Wilson Chandler, Iggy ofrece esa sobriedad que permite que el ajuste defensivo en el perímetro de los de George Karl haya sido casi perfecto esta temporada. Su aportación en ataque ha disminuido con respecto a su pasado Sixers, pero en las estadísticas defensivas ha dado un paso adelante promediando 4 rebotes defensivos por partido y 1.6 robos.
Joakim Noah (CHI)
Un espectáculo defensivo. Su intensidad en la zona de los Bulls ha hecho fuertes a los toros, siendo clave para que el equipo haya dado la cara pese a la sequía Rose. Por defender Noah defiende hasta en el All Star game, lo que le hizo acabar en el banquillo antes de tiempo. Su obra maestra llegó en febrero de este año cuando consiguió un triple doble ante los Sixers con nada menos que 21 rebotes y (ojo) 11 tapones. Casi 6 rebotes defensivos de media y 1.5 tapones que avalan su capacidad para tener un nivel de eficiencia de +22 puntos en el juego de los Bulls.
Tyson Chandler (NYK)
Si el año pasado ganaste el premio y este año tu equipo está haciendo su mejor temporada en quince años tienes que volver a estar en el bombo. Ese es el principal argumento de Tyson Chandler que pese a bajar sus números en comparación con la temporada pasada sigue siendo el ancla en la zona Knickerbocker. 6 rebotes defensivos por partido y 1.5 tapones.
Tony Allen (MEM)
El escolta de los Grizzlies es la némesis de la estrella NBA. Ponte en la barba de James Harden, llegas a Memphis con tu equipo lanzado y peleando por subir unos puestos más en la clasificación y aparece Tony Allen para dejarte en 7 puntos… y así le ha pasado a muchos. Allen es una auténtica lapa, un jugador que junto con Marc Gasol consigue que Memphis esté entre las mejores defensas de la liga pese a jugar en el lejano oeste, donde ya sabemos que van más las pistolas que los escudos.
Roy Hibbert (IND)
Esta temporada podría calificarse como un annus horribilis para el center de los Pacers. O no. Tras renovar firmando un contratazo Hibbert estaba en la pole para presidir la nueva hornada de pívots en la liga. Nada más lejos de la realidad, sus números y presencia en el juego de los Pacers ha disminuido esta temporada, aunque su buen hacer defensivo lo ha llevado a encabezar varias quinielas para conseguir este premio. Ha promediado 4 rebotes en defensa y 1.8 tapones.
Estrellas metidas en barro
Si quieres meter tu nombre en la historia tienes que hacer algo más que meter puntos como churros, y a eso es a lo que se dedican varias de las estrellas de la liga que también están entre los nombrables como candidatos a Defensor del Año. LeBron James y su poderío físico, el mejor ladrón de la liga, es decir Chris Paul, Josh Smith, o el eterno y aplicado Tim Duncan pueden tener su nombre grabado en un premio más.
Not in my house!
Así se podría llamar al grupo de sucesores del mejor taponador de la historia, Dikembe Mutombo, que está encabezado por Larry Sanders y Serge Ibaka. Su pelea por ser el máximo taponador de este año se va a alargar hasta el último minuto. Ya sea como desquite del año pasado para Ibaka, o como reconocimiento a su explosión este año para Sanders, son nombres que hay que tener en cuenta.
Mención aparte merece Marc Gasol. El español no tiene grandes estadísticas defensivas, pero su habilidad para acometer ayudas en defensa y su lectura del ataque del rival también merece mención. Por desgracia, los periodistas que otorgan este premio suelen tirar de estadísticas para escribir un nombre en la papeleta, lo cual no beneficia en nada a Big Spain.