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Paul George saca a Indiana de la crisis a golpe de mate
Paul George firmó en el último minuto del partido entre Indiana Pacers y Philadelphia 76ers un antológico mate que aseguró la victoria de indiana, la cuarta consecutiva.
Los Indiana Pacers parecen, poco a poco, estar saliendo de la pequeña crisis interna que han sufrido durante este mes de marzo -un bajón en rendimiento que no han podido aprovechar sus principales competidores por el primer puesto de la Conferencia Este, los Miami Heat- gracias principalmente a la constancia y regularidad de su jugador franquicia, Paul George, que a lo largo de la temporada regular ha demostrado ser uno de los hombres más importantes de la NBA. Este lunes, de hecho, firmó una buena actuación en la victoria sobre los Philadelphia 76ers por 99-90, añadiendo como colofón el mate con tiro libre adicional que prácticamente aseguraba la victoria, la cuarta consecutiva.
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Indiana ha cortado en los últimos días esa racha negativa que se elevaba hasta las cuatro derrotas consecutivas mostrando el orgullo de un equipo que debe aspirar a lo máximo este curso. Sin embargo, existe cierto poso de preocupación en el entorno de la franquicia que estos últimos éxitos no van a poder ahuyentar. Sobre todo porque, si se analizan los últimos encuentros, se observa que las victorias han sido ante varios de los equipos más flojos de la liga –Boston Celtics, Philadelphia por dos veces y Detroit Pistons, remontando 25 puntos en esta ocasión) mientras que las derrotas han sido especialmente dolorosas.
Dolorosas porque han sido ante rivales de un nivel teóricamente parejo, como Houston Rockets, Golden State Warriors, o Dallas Mavericks. Así las cosas, las dudas sobre el nivel de competitividad ante los equipos más fuertes de la NBA llegan en el peor momento de la temporada, a falta de tan sólo 15 encuentros -apenas un mes- para terminar la temporada regular.
Se pueden poner sobre la mesa varios argumentos a los que achacar este bajón, esta crisis, o cualquier otro apelativo que se quiera aplicar a la situación en la que habitan los Pacers. El primero podría ser la falta de integración de las nuevas piezas. La llegada de jugadores de la talla de Bynum o Evan Turner a mitad de temporada es positiva en el sentido del salto de calidad que le dan a la plantilla, pero necesitan un tiempo de adaptación, y el resto de equipos no perdonan. Además, varias voces comentan que Lance Stephenson, sin contrato para el año que viene y con uno de los salarios más bajos de la liga en relación calidad-precio, se ha sentido amenazado con la presencia de Turner, que podría cubrir su rol la próxima temporada.
Pero esto no puede llevar a engaños, ya que el problema se encuentra en la bajada de intensidad defensiva. Indiana, el mejor equipo defensivo de la liga, realizaba una defensa que no recibía al mes más de 93,5 puntos por partido, mientras que en marzo la cifra se ha elevado hasta los 98,3 puntos -98,6 desde el All Star-. En un equipo que no pasa de los 98,8 puntos conseguidos, esto suele traducirse en un aumento de las derrotas. Así las cosas, Frank Vogel debe inculcar a los suyos la necesidad de volver a niveles defensivos anteriores si quieren dar un paso más y llegar a las Finales de la NBA, ya que en los últimos años ha quedado demostrado que a siete partidos y con el factor cancha para Miami, Indiana tiene todas las de perder.