Los tiros libres más raros de la historia: ¡Pasen y vean, comienza el Freak 'free throw' Show!

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Señoras y señores, niños y niñas (sólo acompañados de un adulto), androides de segunda generación con un mínimo de sensibilidad y aficionados sin más a la NBA con querencia por lo bizarro… ¡Bienvenidos al gran espectáculo de los tiros libres!

Aparentemente, el tiro libre pasa por ser una de las jugadas más anodinas y menos ligadas al espectáculo en la NBA y en el baloncesto en general. Y así es, al menos en la gran mayoría de los casos: un jugador recibe una falta; se posiciona en la línea de personal sin oposición alguna del rival; lanza uno o dos tiros libres, los anota o no y el juego continúa. Los espectadores aprovechan el momento en el que se producen para departir con su compañero de fila, pedir unos refrescos o hacerse el selfie de rigor que hará correr como la pólvora por las redes sociales con su teléfono inteligente. Solo si de que acabe dentro o fuera depende el resultado de un partido apretado cobra cierto fuste su ejecución. Pero, a lo largo de la historia de la NBA, algunos jugadores han sido capaces de hacer de esta insustancial jugada un breve momento para el espectáculo, llevando al aficionado de la incredulidad a la hilaridad ante las más singulares mecánicas de tiro jamás vistas.

Si les impactó el Fakir tragasables, la mujer barbuda o el torso viviente, prepárense para horrorizarse (o disfrutar) con algunas de las mecánicas de tiro más chocantes de la historia de la NBA. Comienza el Freak “free throw” Show…

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[tps_title] La Cuchara (Rick Barry)[/tps_title]

Rick Barry es toda una leyenda de la NBA. Miembro del Hall of Fame desde 1987, anotador compulsivo y padre de los también ex jugadores de la NBA Jon, Drew y Brent Barry, llegó a promediar 35.6 puntos en su segunda temporada en la liga. Popularizó un curioso estilo de lanzar tiros libres, la cuchara. En una poco ortodoxa maniobra de tiro, sacaba el balón desde abajo lanzándolo con ambas manos a canasta. Aunque rara, lo cierto es que dicha mecánica no lo restó en absoluto efectividad. De hecho ha pasado a la historia como uno de los mejores lanzadores de tiros libres de siempre, con el tercer mejor porcentaje de todos los tiempos (90%),  liderando la liga en ocho ocasiones en ese apartado.

[tps_title]El Cucharón (George Johnson)[/tps_title]

George Johnson coincidió con Rick Barry en los Warriors desde 1972 a 1977. Juntos ganaron el anillo de campeones en 1975. Según declaró él mismo, adquirió el estilo cuchara a la hora de lanzar tiros libres en honor a su compañero Rick Barry. Aunque en este caso, y en virtud de los 211 centímetros que mide Johnson, resulta más acertado referirse a su estilo como: el cucharón. A pesar de que la técnica era parecida a la de Barry, su porcentaje nada tenía que ver con el del legendario alero. Johnson acabó su carrera con un 69.4% en tiros libres y, aunque mejoró con los años, en la temporada 72-73, siendo rookie, promedió un desastroso 41% desde la personal.

[tps_title]La Catapulta Infernal (Jamaal Wilkes)[/tps_title]

Otra leyenda de la NBA y, curiosamente, también miembro de los Warriors campeones en 1975 compartiendo vestuario con Johnson y Barry. Quizás a mediados de los setenta, la Bahía de San Francisco era un entorno propicio para estrafalarias mecánicas de tiro. Wilkes ganaría posteriormente dos anillos más como jugador de los Lakers, donde desarrolló la mayor parte de su carrera. Lo suyo era una especie de catapulta. Se echaba el balón muy atrás por encima de la cabeza desde el lado derecho y lo soltaba a modo de palanca. Con un más que decente 75.9 % de acierto en su carrera, podemos afirmar que, aunque poco estética, la suya era una mecánica efectiva.

[tps_title]Pero….¿¿En serio Don?? (Don Nelson)[/tps_title]

He sido incapaz de ponerle nombre a semejante forma de tirar los tiros libres. Don Nelson es en la actualidad el entrenador con más victorias en la historia de la NBA, con 1.335. Como jugador no pasó de ser un hombre de rotación, un jugador de equipo que nunca llegó a los 30 minutos por partido de promedio en las 14 temporadas que disputó repartidas en tres franquicias, Chicago, Lakers y, sobre todo, Boston Celtics, donde jugó 11 temporadas consiguiendo cinco anillos de campeón. Resulta realmente chocante la forma de lanzar tiros libres del bueno de Don. Con una mano, con el cuerpo inclinado hacia delante y dando una especie de saltito al final. En fin, no le iba mal, un 76.5%. Pero probablemente la premisa del entrenador rival antes de los partidos era: “Chicos, vamos a correr, a luchar por el rebote,  jugamos pick and roll, etc. Pero por favor, no hacerle falta a Don Nelson bajo ningún concepto…”

[tps_title]Desde la troposfera (Bill Cartwright)[/tps_title]

Bill Cartwright se dio a conocer al gran público NBA como el pívot del primer Threepeat de los Chicago Bulls. Pero, a nivel individual, sus mejores años los vivió en la década de los ochenta, siendo jugador de los Knicks, donde en su temporada rookie llegó a disputar el All Star Game. Su extraña mecánica de tiro no era de uso exclusivo para los tiros libres, pero cuando acudía a la línea de personal se podía apreciar en todo su esplendor su antiestético lanzamiento. Con sus 2.16 m de altura, Cartwright subía el balón muy muy arriba, donde nadie pudiera llegar; estirando sus largos brazos hasta el infinito. Y desde allí, en lo más alto, donde el aire es más frio y la presión puede hacer que el balón estalle en mil pedazos, lanzaba a canasta. Hay que reconocer que con buenos porcentajes para tratarse de un pívot (77.1%).

[tps_title]Toque de Dedos (Joakim Noah)[/tps_title]

Joakim Noah. Otro pívot de los Bulls y el único de esta lista que sigue en activo. El francés se ha ganado un nombre en la NBA sobre todo gracias a su poderío defensivo. Intenso como pocos en su juego, en los últimos años ha añadido nuevas armas a su repertorio de ataque, como el pase y la finalización. Pero el tiro sigue siendo una asignatura pendiente para el galo, y su insólita mecánica de tiro tiene mucho que ver en eso. En una enrevesada maniobra, Noah lanza el balón con las dos manos, en un gesto que recuerda inevitablemente al toque de dedos del voleibol. El toque de dedos o colocación es un gesto técnico que consiste en lanzar el balón hacia arriba con la llema de los dedos, muy útil en voleibol pero un desastre absoluto si lo que buscas es anotar una canasta. A pesar de todo y aunque nos ha deleitado con algún airball que otro, su promedio de carrera de 72.4% de acierto desde la personal es bastante decente.

Juanfran De Haro: Contador de historias, reflexiones y más about NBA

View Comments (2)

  • Os habéis olvidado a Chuck Hayes y su dantesca mecánica.

    • Si ese es bueno...;-) También podrían estar en el Freak Show Michael Adams y Shawn Marion...

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