Después de la marcha de su estrella principal, Kevin Durant ,el verano pasado, Oklahoma City Thunder se veía casi obligada a una reconstrucción alrededor de su única cara, Russell Westbrook. Su rendimiento fue espectacular, promediando un triple doble y consiguiendo el MVP. Sin embargo, él solo no fue suficiente para pasar de primera ronda en los playoffs. Por eso, Oklahoma no ha parado de buscar las piezas que le falta, otras superestrellas que ayude a Westbrook a ganar el ansiado anillo.
Russell Westbrook, un MVP de récord en la primera gala de los Premios NBA
Contra todo pronóstico, Paul George, uno de los mejores jugadores en la actualidad fue traspasado a los Thunder a cambio de Oladipo y Sabonis. A primera impresión, pareció que los Pacers habían perdido la cabeza: traspasaban a su estrella , el mejor alero en el este (sin contar a LeBron, evidentemente) a cambio de un escolta que tiene nivel para ser titular y un interior para las rotaciones. De forma más reposada, nos damos cuenta de que a George solo le queda un año de contrato y los rumores sobre su futuro no cesan: quiere jugar para los Lakers. La única manera de que renueve con los Thunder es que le muestren que tienen equipo para competir por el anillo. Pero para los Thunder surge otro problema: si consiguieran renovar PG, tendrían que soltar a una pieza importante, como Steven Adams, lo que debilitaría su juego interior.
Para más euforia de los fanáticos de los Thunder, Carmelo Anthony, uno de los mejores aleros de la liga y que deseaba partir de cero en otra franquicia lejos de New York emprende rumbo a Oklahoma a cambio de Kanter y McDermott. Su llegada a los Thunder no hace más que ampliar las posibilidades de que el equipo compita contra los Warriors en una hipotética final de conferencia porque ahora mismo, nombre por nombre, los dos equipos están en el top 3 de franquicias NBA. Con Melo, también ocurre el problema de su renovación en 2018, donde el jugador mantiene una opción para salirse de su contrato que ahora mismo parece que no ejercerá.
Las perdidad más sensibles han sido los traspasados a Indiana, Sabonis y Oladipo, Kanter y McDermott a los Knicks y Taj Gibson, que decidió formar parte de la aventura que se avecina en las frías tierras de Minneapolis.
Más allá de Paul George y Carmelo, se han reforzado bastante bien: desde el draft llega Terrance Ferguson para reforzar el puesto de escolta e Isaiah Canaan y Raymond Felton desde la agencia libre para dar descanso a Westbrook y aportar experiencia. El fichaje en el período de free agents más importante ha sido Patrick Patterson, el ala pívot que pertenecía a los Toronto Raptors viene a sustituir a Taj Gibson, dos jugadores con perfiles bastante parecidos, aunque Patterson pueda abrir más la cancha por su buen tiro de media distancia.
En cuanto a los que ya siguen, empezamos hablando del MVP. Westbrook, recién renovado, verá sus números bajar con la llegada de Paul George y Melo, pero a cambio el equipo va a mejorar bastante y ya no dará la sensación de que Westrbook juega solo y es el único que tira del carro. Sería complicado verle repitiendo el MVP, sin embargo, nunca hay que descartar nada.
Más allá del Big-Three
En el puesto de escolta, tras la marcha de Oladipo y la llegada de PG, André Roberson será el elegido. Muy criticado por su nula aportación en ataque y sus bajísimos porcentajes en el perímetro y en la línea de tiros libres. Sin embargo, si Roberson se ha ganado un puesto en la plantilla es por su defensa: formó parte del equipo defensivo del año pasado. Se espera que este año, liberado de la carga de tener que aportar en ataque, se sienta con menos presión y juegue su mejor baloncesto.
Steven Adams, no es el mejor pívot en ataque, pero aporta en defensa e intimida cuando un rival planea entrar hasta la zona, donde el neozelandés se hace gigante. Aún así, aportó su tope esta temporada en puntos, con 11,3. En cambio, hay un hueco que va a ser muy difícil de cubrir en la pintura de los Thunder. Probablemente el jugador que más amaba la ciudad y un leal amante a la franquicia y a sus fans, Enes Kanter, ponía punto y final a su estancia en Oklahoma (de momento) al formar parte del traspaso que mandaba a Melo a los Thunder. A pesar de que le había traspasado la franquicia por la cual dio todo y defendió con uñas y dientes, no se sintió mal, puesto que él sabía que esto era un negocio y la franquicia tenía el mismo deseo que él: derrotar a los Warriors. Su aportación en ataque saliendo desde el banquillo y su entrega en cada partido, así como la química que creaba se echarán en falta por Oklahoma
También se espera que Abrines de un paso adelante y aporte algo que a los Thunder no les sobra precisamente, tiro exterior. Tendrá que competir por minutos en una de las plantilas más competitivas de la NBA, pero sabemos que es capaz y que en Oklahoma hay confianza en él.
Este año se espera de los Thunder que den un paso adelante respecto al año pasado y sean el equipo competitivo que fue aquel que le disputó la aparición en las finales a lo Warriors. Se han reforzado bien y apenas tienen carencias, además pueden presumir de tener un buen equilibrio ataque-defensa. El tercer puesto sería probablemente el lugar que se espera que consigan, solo por detrás de Warriors y de Spurs o Rockets, que se disputarán el segundo puesto. Esperemos que por fin un equipo sea capaz de competir con los Warriors.