Nueva Orleans 2014, "no es ciudad para viejos"

La experiencia no es un grado en el All Star Game, o por lo menos esa conclusión podríamos sacar de la 63ª edición celebrada en Nueva Orleans.  Resulta revelador que sólo cuatro jugadores de los que participaron en el partido del domingo superen la treintena, dos de la Conferencia Este, Joe Johnson (32) y Dwayne Wade (32) y otros dos del Oeste, Dirk Nowitzki (35) y Tony Parker (31) y que hasta diez de los participantes no superen la barrera de los 25 años.

La noche del sábado deja un panorama aún más desolador para los más veteranos de la liga, de entre todos los participantes de los concursos de mates, triples y habilidades, sólo Joe Johnson, que participaba por tercera en el concurso de triples, ha cumplido ya los treinta. Que al concurso de mates acudan jugadores jóvenes en plenitud de sus facultades atléticas es algo que entra dentro de lo normal, además suele ser habitual que sean Rookies o jugadores poco conocidos los que utilicen este tipo de eventos como escaparate para darse a conocer, pero se echa en falta, no sé si por poca implicación o por puro hastío, mas presencia de las “vacas sagradas” de la NBA en los concursos.

Pero hay una circunstancia que resulta más preocupante, ya que al fin y al cabo la participación en los concursos es una elección personal y los jugadores pueden decidir libremente si presentarse o no, o incluso declinar una invitación si la recibieran. Pero la ausencia de las estrellas veteranas en el partido del domingo, el que reúne por elección popular y de los entrenadores de la liga a los mejores jugadores de ambas conferencias, supone que son pocos los que pasados los treinta tienen consideración de estrella en la actual NBA. El caso de Kobe Bryant, que fue seleccionado para el quinteto titular, tampoco puede tenerse muy en cuenta, ya que atendiendo exclusivamente a su rendimiento deportivo esta temporada no parece muy probable que los 13.8 puntos y 6.3 asistencias que promedia y el hecho de estar lesionado le hubiesen llevado a jugar el All Star sin la mediación de la votación popular.

El cambio generacional en el Star System de la liga ya hace tiempo que viene produciéndose, pero hasta la temporada pasada, llegada la fiesta del All Star Weekend,  aún coexistían los dominadores del presente y futuro de la NBA como LeBron, Durant o Irving con las grandes estrellas de otra época como Duncan, Garnett o Pierce. El All-Star de Nueva Orleans parece haber sido el definitivo punto de inflexión, el elemento bisagra entre dos épocas. Es probable que volvamos a ver Kobe en algún All Star mas en los próximos años, quizás Nowitzki si mantiene su nivel y le respetan las lesiones también pueda acudir a alguno más, pero con toda probabilidad jugadores como Duncan, Garnett o Pierce lo verán desde casa o como comentaristas de lujo para alguna televisión americana.

Afortunadamente, este es un proceso cíclico y la NBA nunca dejará de generar grandes estrellas que marquen épocas y sigan añadiendo líneas a la gran historia del baloncesto. Jugadores como Lebron, Anthony o Durant  entre otros, jugarán muchos partidos de las estrellas una vez hayan superado la treintena, y llegado el día formaran parte de otro cambio generacional pero esta vez en el bando de las estrellas que se apagan, es ley de vida y ley de NBA.

Juanfran De Haro: Contador de historias, reflexiones y más about NBA

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