El pívot de los Bulls siempre se ha caracterizado por dar juego dentro y fuera de la cancha. Pero en lo referente a LeBron el espectáculo adquiere sus máximas dimensiones. El que será compañero de Pau Gasol en el poste bajo del United Center durante los años venideros no ha dudado en cargar contra el astro de Akron por enésima vez.
Lo curioso es que en un primer momento, Joakim estaba alabando las circunstancias que han llevado al Rey en su vuelta a casa: «Estoy feliz por Lebron James. Vuelve a casa. Todo el mundo está feliz por ahí.», declaró a K.C. Johnson del Chicago Tribune. El caso es que el galo debió pensar que la cosa quedó blanda y añadió algo de ‘venenito’ al halago: «Pero espero patearle el culo todas las veces que pueda».
No es la primera vez que el pívot se acuerda del futuro ‘hall of famer’. Si tienes poca memoria o no vives en este mundo, no te apures. Te ponemos al día con una historia de pasión, declaraciones cruzadas, abrazos de oso y pocos besos.
Una rivalidad con tradición
La historia entre Noah y LeBron viene de tiempo atrás y se remonta básicamente a los años de James en Cleveland antes de marcharse de viaje espiritual a Long Beach.
El caso es que un entonces discutido rey era muy dado a bailar en el banquillo, una mala manía que heredó de sus días de instituto, y que no gustaba demasiado a los rivales, porque solía venir acompañada de victorias abultadas.
Durante uno de esos bailes un jovencísimo Joakim, que ya se caracterizaba por ser todo corazón−algo que demostró sobradamente en su época universitaria con los Florida Gators−, no se lo tomó nada bien.
Cuando tuvo a James cerca y el dorsal 23 lanzaba unos tiros libres Noah dejó salir todo lo que pasaba por su pecho y no se dejó nada dentro.
El episodio bien valió una técnica a cada uno de los integrantes y comenzó una de las historias de amor que más emociona a los aficionados de la NBA, como las peleas de Shaq y Barkley en su día. Noah protagonizó otros episodios similares a este último, como cuando cargó contra Miami la temporada pasada al afirmar que odiaba a los Heat.
La escalada de tensiones llegó a su cúspide durante el tenso partido dos de los Playoffs de 2013 con el clásico «yo te abrazo, yo te suelto el codo» que se resolvió con una doble técnica. Posteriormente, Noah fue expulsado y vivimos la desagradable imagen de la aficionada choni que le plantó una peineta al francés mientras se dirigía al vestuario. En aquella ocasión, el bueno de Noah hizo de tripas corazón. No podemos esperar a verlos frente a frente de nuevo.
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