40 segundos han podido marcar el devenir de la eliminatoria entre Bulls y Cavaliers. Y todo ello gracias a un LeBron James que en ese mismo tiempo bajó a los infiernos y tocó la gloria inmediatamente después. Este domingo la NBA no dejó una noche (otra) de esas de altura, culminada con un espectacular Buzzer-Beater de ‘El Elegido’, justo después de que se cumplieran 26 años de que el mismísimo Jordan -y precisamente ante los Cavs- dejara aquella jugada denominada ‘The Shot’ que preside tantas y tantas hemerotecas de la NBA.
(2) Cleveland Cavaliers 86 – 84 Chicago Bulls (2)
Y decimos cuarenta segundos porque los Bulls, sin Pau Gasol, fueron por delante todo el encuentro hasta que les entró la pájara en el momento decisivo. Fue entonces cuando los Cavaliers ganaban por seis puntos, y fue entonces cuando los toros salieron del establo para poner a su público en pie. Primero un triple fundamental de Jimmy Butler, y luego una penetración de esas de hace tres años de Derrick Rose puso el partido empatado.
Todo ello después de que LeBron, que llevaba un partido poco acertado (10 de 30 en tiros de campo), cometiera una falta en ataque sobre Rose que dejaba a los Bulls con la opción de empatar el partido. Pero ahí apareció el momento importante, y apareció también el hombre importante. Tras penetrar con todo intentando forzar la falta en la siguiente posesión, LeBron y sus Cavs solo contaron con 1,5 segundos para detener el partido antes de la prórroga. En ese momento, apenas 35 segundos después de ir ganando por seis puntos, cuando cualquiera estaba ya saciado con la espectacular remontada local y solo esperaba la prórroga, ocurrió esto:
Y con ello los Bulls pasaron de tener la posibilidad de poner el 1-3 en la serie ante unos Cavs donde ni Irving (12 puntos) ni LeBron estuvieron especialmente acertado, a volver a poner rumbo hacia Cleveland donde ahora sí, ‘The King’, ha vuelto a echar sustrato a la leyenda en la que muchos le comparan. Estuvo a punto de ser un partido idílico para los haters de LeBron. Acabó siendo su enésima muestra de hegemonía (25 puntos, 14 rebotes, 8 asistencias), y el colofón a un fin de semana de pura NBA en la que el propio Rose y Paul Pierce nos dejaron finales de infarto durante viernes, sábado y domingo.
(1) Houston Rockets 95 – 128 Los Angeles Clippers (3)
En el otro partido de la noche, los Clippers se colocaron a un solo partido de abordar sus primera finales de Conferencia de la historia. El equipo de Doc Rivers desmontó una noche más al de Kevin McHale. Dwight Howard acabó expulsado por faltas, y a los Rockets solo se les ocurrió tirar por el recurso del Hack-a-Jordan desde el primer tiempo. Un auténtico atentado al baloncesto que frenó el partido (el pívot fue hasta 34 veces a la línea de personal) y que a la postre salió mal a los texanos, que cayeron por un rotundo 95-128. Chris Paul (15 puntos y 12 asistencias) pudo jugar además de manera mucho más pausada tras su lesión. En resumen, los Rockets se hicieron el Hack a ellos mismos, y ahora están a un paso de caer eliminados.
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