Kobe Bryant, al igual que la leyenda Laker Magic Johnson, está muy tocado por la marcha de Phil Jackson a la Gran Manzana. En una de las semanas más difíciles para el angelino, en el que ha vivido la decepción de ver marchar a su entrenador más carismático y tras haberse confirmado que no jugará durante el resto de la temporada, el bueno de Kobe se ha soltado la melena y ha declarado (según Yahoo Sports) que no se ve jugando bajo las órdenes de Mike D’Antoni la temporada siguiente.
Las declaraciones van a traer más tela de la que se pueda cortar en Hollywood. El Staples Center ha vivido la peor temporada de su equipo más carismático (o la mejor para los fans de Clippers) y la cosa viene de largo. El problema viene en que aún se está pagando el despido de Mike Brown, al que le restaban tres temporadas. A D’Antoni le resta un año más de contrato y la cosa empezaría a ser de traca. Quizás Bryant proponga rentabilizar su alto salario (48 millones en dos temporadas) en convertirse en entrenador-jugador a lo Bill Rusell.
¿Se lo merece?
La respuesta corta es sí. La larga es sí, y mucho. No todo es su culpa. Kupchak ha demostrado ser un terrible gestor con mucho dinero a repartir. Algunos de los males que se le pueden achacar a una contratación que jamás ha sido popular:
- Un sistema incomprensible. Empezó tratando de darle bola a Howard para tenerle contento. Con Kobe de ‘playmaker’ y Gasol corriendo por toda la pista y tirando triples. Ha acabado jugando con Pau de palomero y cuatro escoltas.
- Se ha enfrentado a los jugadores más carismáticos de la plantilla. Al conocido caso del de Sant Boi se unen otros como el de Superman, que pidió que despidiesen al entrenador para firmar en verano como condición básica y ahora a Kobe.
- Ha acusado a jugadores como Pau de airear trapos sucios pero no ha dudado en señalarle ante la prensa.
- No ha sido fiel a ningún estilo.
- Jamás ha sabido entender lo que el público del Staples le pedía.
- Ha pretendido hacer de un equipo eminentemente ofensivo un estandarte de la defensa y ha hecho el ridículo.
- Se va con el honor de dejar a los Lakers en récord negativo por primera vez desde 2005 y se lleva el mérito de haber encajado la peor derrota de la historia de los púrpura.
- Volviendo a Gasol, ha desperdiciado su talento constantemente. Haciendo del cuatro un suplente muy caro. Le sustituyó por jugadores como Earl Clark y Jamison, que abandonaron la disciplina en verano.
Lo siento fans de Lakers, me gustaría contaros cosas más bonitas. De momento, habrá que esperar.