Es un secreto a voces. Kevin Love, el mejor jugador que ha pasado por el Target Center desde Kevin Garnett, se marcha para no volver. ¿El rumbo? El mismo que decidió tomar LeBron James: Cleveland. Una ciudad que no ve un gran trofeo desde que los Browns ganasen la NFL en 1964.
Pero fans de los Wolves, no desesperen. Ocurra lo que ocurra, la situación no tiene visos de ser parecida a la de Orlando cuando Howard se marchó a los Lakers para acabar en Houston. Minnesota es un equipo divertido con mucho talento joven a su alrededor y si juega bien sus cartas en los próximos años -los directivos de esta franquicia no han conseguido grandes proezas- les harán un equipo digno de ver e incluso capaz de competir. Además, llegará Andrew Wiggins, el próximo rey de la NBA (dicen).
No hay que olvidar que este equipo ha venido a ser el pupas de los últimos años. Además de hacerse con uno de los mejores proyectos de la década en el nombre de Love, reunieron otras piezas clave para el equipo como Pekovic o Ricky Rubio e incluso veteranos interesantes (Kevin Martin), piezas de rotación (Budinger, Brewer) o grandes promesas drafteadas (Shved, Dieng). Todo para quedarse en la orilla, como todos los años. Éste a nueve victorias de un hueco en los exigentes Playoffs del Oeste.
Cómo salvar los muebles
Difícil cuestión. De saberlo Flip Saunders estaría encantado de llamarme por Skype para firmarme un contrato y dedicarse a entrenar, que no es poco.
Las últimas informaciones apuntan a un traspaso con los Sixers que llevarán a Thaddeus Young -un cuatro con mucho trabajo bajo el aro y que aportará esfuerzo y experiencia- a cambio de Anthony Bennet a Minnesota. No vendría sólo de la mano del número 1 de 2013, sino con elecciones del draft bajo el brazo.
De confirmarse este traspaso, la vía a seguir de los Wolves está clara: no pasar por una renovación. Y me parece la correcta, formar un equipo competente que mezcle experiencia y talento joven para tratar de hacerse un hueco entre los ocho mejores del Oeste. No parece sencillo pero empezar de cero nunca se le ha dado bien a Minny.
La otra vía es tirar lastre y lanzarse a nadar al mar. El mayor valor que tiene en estos momentos el equipo para traspasar es Nikola Pekovic. ¿Un interesado? Boston Celtics. Los míticos verdes quieren volver a la élite y el montenegrino les permitiría hacerlo por la vía rápida. Podría venir a cambio de Kelly Olynyk (al que los Wolves siguieron mucho durante su etapa universitaria) y alguna elección futura.
No hay que olvidar que Peko tiene una elevada ficha (tres temporadas a razón de casi 40 millones). Otro de los que podría marchar es Ricky Rubio, que sólo se quedará si le ofrecen el máximo en su próxima agencia libre. Mo Williams, al que contrataron este verano ya fue titular en los Jazz hace dos temporadas, pero Rubio puede servir de asistencias y robos a Wiggins, Nikola y Kevin Martin. El propio escolta y Corey Brewer serían otras de las piezas intercambiables en un futuro próximo. Futuro incierto, aunque no negro del todo para uno de los estados más fríos de Estados Unidos.