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Milwaukee Bucks: ¿Ha llegado el momento de los ciervos?
Milwaukee Bucks está preparado para dar un paso adelante en el Este. Con nuevo entrenador de relumbrón y la consagración absoluta de Giannis Antetokounmpo, es hora de juntar el resto de piezas para empezar a hacer ruido y que no se empiece a dudar de un proyecto ambicioso.
En Milwaukee se nota que este año es, sin lugar a dudas, el momento idoneo para que los Bucks den un paso adelante y se consagren como contedientes al anillo. Liderados por Antetokoumpo y con el mejor roster de los últimos años, la llegada de Budenholzer no hace más que aumentar las expectativas en un equipo joven pero con ganas.
Corría el año 1971, cuando en Baltimore, los Bucks se coronaban como campeones de la NBA en la cancha de los Bullets tras un imponente 4-0. Ese equipo, liderado por Oscar Robertson y Kareem Abdul-Jabbar, se coronó como campeón una única vez, a pesar de estar hasta en 4 ocasiones rondando las Finales, alcanzándolas en 1974 pero cayendo ante los Celtics en 7 partidos. Tras 44 años, los Bucks siguen sin presentarse en una Final de la NBA, pero eso puede cambiar pronto. Y es que los pupilos de Mike Budenholzer están ante una oportunidad única que puede significar el comienzo de una época de triunfos.
Pero para entender bien el porqué de su tremendo crecimiento en los últimos años, hay que hablar obligatoriamente de su jugador franquicia y uno de los candidatos más serios a MVP esta entrante temporada, Giannis Antetokounmpo. En los 5 años que lleva en la NBA, Giannis ha evolucionado hasta convertirse no solo en el mejor jugador de la plantilla de Milwaukee, sino también en una estrella consagrada en la NBA. Y es que, en las dos últimas temporadas, ha superado los 20 puntos por partido (22.9 y 26.9, respectivamente) y se ha erigido en un jugador muy fiable en el lado defensivo de la cancha. Realmente, poco se puede decir de él que no se sepa ya. Su juego, basado en la superioridad física y en un atletismo fuera de lo común, le ha servido para triunfar en una NBA cuyo canon de jugador ideal es bien diferente al estilo del bueno de Giannis.
Antetokounmpo, ya con 24 años y convertido en fenómeno de masas, tiene por delante una de las temporadas más importantes de cara a su legado: si consigue que los Bucks se cuelen en las Finales de Conferencia, logrará un hito similar a los conseguidos por LeBron en Cleveland. Si, por el contrario, siguen cayendo en la primera o segunda ronda, las críticas no tardarán en llegar y Giannis, por ser la estrella y cara más visible, será el blanco de la mayoría.
Secundarios con pedigrí, pero sin aura
Pero Giannis no está mal acompañado. A su lado cuenta con Khris Middleton, uno de los jugadores más infravalorados de la liga. Sin ser uno de los escoltas más mediáticos de la liga, lleva tres años consecutivos por encima de los 14 puntos, haciendo 18.2 en 2016 y 20.1 la pasada campaña, con un 46.6% en tiros de campo, convirtiéndolo en no solo uno de los más anotadores, sino también de los más eficientes. A esto hay que sumarle un 35.9% en triples, su especialidad, anotando casi 2 por noche. Si a eso le añadimos las 4 asistencias y los 5.2 rebotes, tenemos a un jugador muy completo y letal a los Bucks, destapándose definitivamente en los playoffs de esta temporada, con una tremenda serie ante los Celtics, con 24.7 puntos y anotando el tiro definitivo en el primer partido para forzar la prórroga.
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— Milwaukee Bucks (@Bucks) September 25, 2018
Pero por si no fuese poco, la línea exterior de este equipo la ocupa Eric Bledsoe, un jugador que por Twitter dejó claro que no quería seguir siendo jugador de los Suns y forzó su traspaso, con destino Milwaukee. En el Bradley Center, anotó 17.8 puntos y repartió 5.1 asistencias en una temporada que le valió de adaptación a sus nuevos compañeros, a los que ha aportado su característica atleticidad y destacable capacidad anotadora. Además, su efectividad (53.6% en eFG%) le convierten en una opción ideal para un equipo que buscaba jugadores que fuesen capaces de aportar mucho sin apenas tener el balón.
Para completar el quinteto, los Bucks se han reforzado con dos piezas interiores más que interesantes. Tras la marcha de Jabari Parker a los Bulls, debido a su inestable salud y altas expectativas salariales, llega de los Sixers Ersan Ilyasova, en la que será su segunda etapa con los Bucks. El turco es un jugador que aportará, por encima de todas las cosas, anotación exterior, habilidad imprescindible en la actual NBA. Por otro lado, procedente de los Lakers, Brook Lopez aterriza en Milwaukee con la oportunidad de optar a un anillo que nunca ha estado cerca de lograr. El interior, ex jugador franquicia de Brooklyn durante innumerables temporadas, es un jugador que anota en la pintura y, con el paso de los años, ha aumentado su rango hasta la línea de tres. Ambos jugadores deberán adaptarse a un rol de segunda o tercera opción ofensiva y abrir la cancha, para dejar libre la pintura por si un griego salvaje se dispone a machacar.
Pero, si tenemos que resaltar un cambio que pueda cambiar la dinámica de los Bucks, ese es Mike Budenholzer. El ex entrenador de los Hawks es un reconocido técnico en la NBA por la temporada 2014-2015, en la que llevó al equipo de Atlanta a 60 victorias y, posteriormente, a las finales de conferencia. De la escuela de Popovich, el nuevo entrenador de los Bucks llega ya con sobrada experiencia para ser uno de los fichajes más importantes de la temporada una vez exprimió al máximo su ciclo en Atlanta, de donde poco más podía sacar ya. Su misión en Wisconsin, además de llevar al equipo a lo más alto posible, será la de mejorar, si es que se puede más, a Giannis Antetokounmpo en su lucha por el MVP. Además, cuenta con jóvenes importantes como: Thon Maker, Malcolm Brogdon o D.J. Wilson que deberán dar un paso al frente.
Con todos estos mimbres, los Bucks están preparados para competir en un Este donde a priori: Boston, Philadelphia y Toronto, parten con ventaja para ocupar el trono vacío que dejan en Cleveland.