Milwaukee Bucks 2017/2018: Que empiece la revolución

Su estilo es que no hay estilo. Los Milwaukee Bucks son, probablemente, el equipo más indescifrable de la actual NBA. A día de hoy hay muy pocas personas que puedan decir a qué juega realmente el equipo comandado desde los banquillos por Jason Kidd. Y ese es el principal atractivo de un equipo que este año apunta a revolucionar el Este y la liga por completo.

Y es que la indefinición no es un adjetivo negativo en el caso de los Bucks. Es un adjetivo que define a la perfección como un grupo de jugadores extraños, anómalos, puede juntarse para, desde un caos organizado, luchar por todo lo luchable en la liga. Al menos así se espera esta temporada.

El máximo exponente de esta rareza intrínseca es su jugador estrella. Giannis Antetokounmpo es, a día de hoy, candidato a priori al MVP de esta temporada por méritos propios. A sus 23 años, el griego sigue sin definir ciertamente qué jugador es, pero su capacidad física y talento hacen que eso no importe. Es más, se convierte en ventaja competitiva. Como alero, como base, incluso como ala-pívot. Giannis es un jugador imprevisible y genial. Un jugador de otro planeta que ha llegado a la NBA para revolucionarla.

Su crecimiento a lo largo de las cuatro temporadas que lleva disputadas en la NBA es imparable e incuestionable. Pasó de gran desconocido a jugador de culto. Y de ahí, al estrellato más absoluto. Sin parar de crecer. Antetokounmpo es sin duda uno de los jugadores más preciados de la NBA. El profeta que tiene que llevar a este grupo a las cotas que tienen marcadas este año: estar en la parte alta del Este.

Parece no tener techo el griego. La temporada pasada cruzó la fina linea entre buen jugador y estrella promediando 22.9 puntos, 8.8 rebotes y 5.4 asistencias por partido, lo que denota la versatilidad que le hace tan especial. Si continúa la progresión que ha mostrado en los últimos años, sus números pueden dispararse hasta cifras anómalas que permitan con soñar con grandes cosas en el estado de la cerveza.

El máximo exponente de esta rareza intrínseca es su jugador estrella. Giannis Antetokounmpo es, a día de hoy, candidato a priori al MVP de esta temporada por méritos propios.

Pendientes de Jabari

Durante el verano, los Bucks han destacado por su inmovilidad. Empujados por su característica de ‘mercado pequeño’, la franquicia de Milwaukee no ha acometido ningún fichaje en la agencia libre, incorporando a su plantilla tan solo a Sterling Brown, su elección en el pasado Draft.

Más allá de eso, el equipo comandado por Jason Kidd se ha limitado a mantener la plantilla de la temporada pasada renovando a Tony Snell (importante en la rotación de Kidd gracias a, una vez más, su versatilidad) y al veterano Jason Terry. Durante el periodo estival han dejado la plantilla Steve Novak, Spencer Hawes y Michael Beasley, nombres altisonantes para el aficionado NBA pero con poco calado real en la dinámica del equipo.

Por lo tanto, lo que había es lo que queda. Sin embargo, los Bucks tendrán una importante baja de cara a la primera mitad de la temporada. Una baja que, más que importante, resulta capital en las aspiraciones de la franquicia avanzada la campaña. Se trata de Jabari Parker.

El ala-pívot ex de Duke cayó lesionado al final de la pasada temporada cuando, probablemente, estaba jugando el mejor baloncesto de su corta carrera profesional. Tras sufrir una importante lesión en su campaña rookie que frenó su explosión (aunque ya dejó grandes cosas), Parker había llegado a un nivel en el que algunos inclusos le ponían a la altura de Antetokounmpo, al menos en importancia para su equipo.

Sus 20.1 puntos y 6.2 rebotes se vieron truncados por una lesión de rodilla que en parte destrozó la postemporada de los Bucks, que llegaron a ella con su segundo espada (y subiendo) en la enfermería. Desde el momento en el que faltó Parker se notó que el equipo tenía una marcha menos, lo que le costó la serie de primera ronda ante Toronto Raptors y por ende una temporada prometedora pero a la que le faltó la estocada final.

Por ello, en Milwaukee viven pendientes de la recuperación de Parker, al que se le espera con los brazos abiertos en torno al All-Star. De su recuperación y adaptación al ecosistema del equipo dependen muchas de las opciones de los Milwaukee Bucks más allá de abril, cuando deberán dar el verdadero paso hacia la revolución.

Incógnitas

Metiendo el bisturí en la plantilla de los Milwaukee Bucks encontramos un grupo de jugadores que, además de poco definible, tiene muchas incógnitas que ir descubriendo a medida que avancen los partidos y la temporada.

En primer lugar, la más grande y acuciante de ellas parece ser la que protagoniza Greg Monroe. Firmado a golpe de talonario hace un par de temporadas procedente de Detroit, sus andanzas como jugador de los Bucks no han podido ser más desastrosas. Pasó de jugador sobre el que centrar el juego interior a suplente defenestrado en muy poco tiempo. Sin embargo, un esperanzador final de temporada y unos aceptables Playoffs, siempre saliendo como sexto hombre, podrían suponer el inicio de una reconciliación entre el jugador y el equipo, utilizando este rol (una vez regrese Jabari Parker, hasta entonces apunta a titular) como herramienta para enriquecer la rotación de Jason Kidd. Si lo consigue, tendrá mucho ganado de cara a luchar por todo.

Las miradas también estarán puestas en Malcolm Brogdon. El último Rookie del Año tiene ante sí la oportunidad de demostrar que no fue casualidad. Brogdon es el base ideal para los Bucks puesto que es capaz de ceder protagonismo en la organización ofensiva a esa bestia llamada Giannis Antetokoumpo y desde las esquinas martillear el aro. Igualmente, cuando le dejan es un jugador ordenado y cumplidor. Un complemento perfecto para el quinteto que deberá refrendar todas las buenas sensaciones que dejó la pasada temporada.

Además de estas dos, Khris Middleton es otro de lo que recibirá focos durante la temporada. El escolta, que vivió su gran explosión en la temporada 15/16, vive desde entonces en un calvario de lesiones que no le han permitido aportar como debería, ni recuperar el nivel que asombró a la NBA hace un par de temporadas. La pasada campaña solo jugó 29 partidos, y si los Bucks quieren hacer algo importante, necesitarán que Middleton esté sano y a un buen nivel en un equipo que sin él carece de tiro exterior.

El último Rookie del Año tiene ante sí la oportunidad de demostrar que no fue casualidad. Brogdon es el base ideal para los Bucks puesto que es capaz de ceder protagonismo en la organización ofensiva a esa bestia llamada Giannis Antetokoumpo y desde las esquinas martillear el aro.

Predicción

En una conferencia que se ha debilitado profundamente, los Playoffs son un hecho en Milwaukee salvo catástrofe. El objetivo de los de Jason Kidd debe ir más allá, buscando ser cabeza de serie en los Playoffs. Pese a que no tener a Jabari Parker hasta el All-Star rondar las 50 victorias y luchar por el Top-4 del Este deben ser su lugar. 

 

 

Francisco Virués:
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