Michael Carter-Williams, el ROY más devaluado de la NBA

Michael Carter-Williams ha cambiado de equipo tres veces en las cuatro temporadas que lleva en la NBA. No deja de ser una situación común para muchos de los jugadores de la competición. Pero el base añade una paradoja a la ecuación: fue elegido Mejor Novato del Año en 2014.

Los Chicago Bulls son su nuevo hogar. Un equipo que ha llevado a cabo una agresiva reconstrucción este año con los fichajes de Dwayne Wade, Rajon Rondo y Robin López. Por el contrario, dejaron la disciplina bull el jugador franquicia (más en lo espiritual que en la realidad) Derrick Rose, Pau Gasol y el querido por los aficionados Joakim Noah. El propio Rajon e Isaiah Canaan serán sus principales rivales por el puesto de titular.

C-dub fue elegido en la posición 11 del gris draft 2013 por los Philadelphia 76ers y pronto empezó a levantar cejas con el descarado ritmo que imprimía al juego. Sus 16,7 puntos, 6,3 rebotes y 6,4 asistencias por partido le sirvieron para hacerse con un ROY incontestado, por delante de Victor Oladipo. Contra todo pronóstico, los Sixers le traspasaron al límite del siguiente mercado de traspasos a Milwaukee, de donde sale un año y medio después.

Cuesta encontrar una situación similar a la del jugador nacido en Hamilton (Massachusetts) en el baloncesto moderno. El vistoso escolta Tyreke Evans, que puede trolear al público en general por haber ganado el galardón el año que Stephen Curry llegó a la liga, fue otro pronto desinfle. Sin embargo, los Sacramento Kings esperaron durante tres temporadas antes de traspasarlo a los New Orleans Hornets. Tyreke no pareció muy deprimido al abandonar la capital de California (otro esperpento a añadir a la lista).

Emeka Okafor representa la trayectoria de ese globo volador que se marcha emitiendo un sonido de pedorreta y acaba estrellándose violentamente contra el suelo. Actualmente está apunto de cumplir tres años como agente libre. Sin embargo, tuvo bastantes minutos en sus primeras cinco temporadas en los Charlotte Bobcats.

Un caso similar al de Carter-Williams podría ser el de Elton Brand. El ala-pívot fue traspasado por los Bulls al finalizar su segunda temporada y tras hacerse con el ROY 1999, a cambio de Brian Skinner y de los derechos del draft de Tyson Chandler. Pero el tiempo acabó demostrando que fue un gran error de los de Chicago. Chandler nunca llegó a triunfar en el United Center y Brand acabó siendo All-Star y un jugador fundamental en los Clippers, en los que permaneció siete temporadas.

Es famosa la leyenda de Ralph Sampson, un gigantón de 2,24 que fue el mejor novato el año anterior a la llegada del gran Michael Jordan a la NBA. Un jugador al que marcaron las lesiones durante toda su carrera. Sin embargo firmó tres temporadas de escándalo en los Houston Rockets (con cuatro llamadas al All-Star de por medio), que tardaron cinco en traspasarlo a Golden State.

De héroe a cero

Héroe universitario durante su etapa en Syracuse, protagonizó junto a Peyton Siva uno de los uno contra uno más emocionantes de los últimos años en la final del campeonato nacional de la NCAA en 2013, que finalmente acabó en manos de los Louisville Cardinals del mítico Rick Pitino.

En su debut en la NBA estuvo a punto de pasar a la historia al rozar un cuádruple doble de 22 puntos, 12 asistencias, 7 rebotes y 9 robos (nadie ha conseguido más robos en un debut). Se quedó a un robo de igualar el récord de Oscar Roberston de triple-doble en su primer encuentro. Igualó a The Big O y a Magic Johnson al promediar 16 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias en su temporada de rookie.

Las cosas se empezaron a estancar y el rendimiento de Michael empezó a ser cada vez más inconsistente. Su tiro exterior, que acabó trasladándose a cualquier parcela de la cancha y la cantidad de pérdidas por encuentro acabaron por ser una quimera constante en su juego y la temporada pasada (su tercera como profesional) ha acabado siendo la peor de su carrera. ¿Conseguirá en los Bulls la estabilidad que necesita?

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