Los Golden State Warriors son los campeones de la NBA 2017. El equipo de Oakland venció por 120 a 129 a los Cleveland Cavaliers en un partido que tuvo el mismo prisma que las victorias con las que han conseguido poner el 4-1 final: Kevin Durant, fichado este verano como culmen definitivo, fue el factor fundamental con un triple en el minuto final que acabó por extender una ventaja ya insalvable.
Los Warriors consiguen así su quinto título, el segundo en esta década tras el de 2015, y ponen el broche a su venganza tras la derrota del curso pasado, ese en el que consiguieron el récord de 73 victorias para superar a los Bulls de Jordan del 96 pero acabaron cayendo ante la fortaleza del mejor jugador de la NBA actual: LeBron James.
Dar estadísticas de este último partido es incidir en lo que ya hemos visto. Durant acabó con 39 puntos, 14/20 en tiros de campo y 5/8 en triples siendo elegido MVP de las Finales, Stephen Curry con 34 puntos y 10 asistencias. Por su parte, en los Cavs LeBron firmó 41 puntos 13 rebotes y 8 asistencias para ser el primer jugador en promediar un triple-doble en las Finales. El primer jugador en promediar un triple-doble en las Finales. No, no nos hemos equivocado, lo hemos repetido para tomar medida de lo que ha hecho.
Pero el cansancio pudo con los Cavs. Irving (26 puntos) y JR Smith (25 esta noche especialmente acertado) cubrieron en parte el hueco entre los escuderos de ‘The King’ que dejó Love (6 puntos con un 25% de acierto). Pero el mal estuvo donde siempre, en el cansancio de un LeBron que no descansó en minutos de juego -cada vez que iba al banquillo Tyronn Lue pedía tiempo muerto para no jugar sin él- y la insoportable falta de presencia de banquillo en los Cavs, con solo 3 jugadores saliendo desde él -Korver, Jefferson y Deron más un Shumpert que solo lo hizo 3 minutos- para aportar únicamente 7 puntos.
El récord del 16-1 de los Warrios y la historia
Con esta victoria los Warriors cierran unos PlayOffs casi perfectos. 16 victorias y una única derrota merced a un partido que fue una oda al ataque de los Cavs. Es el mejor récord en PlayOffs de la historia, y empata con los Sixers de 1983 (12-1 con otro formato de PlayOffs) y los Lakers (15-1 con menos partidos en primera ronda) de 2001 como los únicos equipos que han cerrado postemporada con una única derrota.
¿Estamos viendo al mejor equipo de siempre?
Esta pregunta solo nos la podrá responder el tiempo, pero lo que está claro es que el debate hace un año, cuando los Warriors lograron sus 73 victorias, está cerrado. Hay al menos un equipo mejor, y son los Warriors de 2017 como es evidente. Con Durant se ha cerrado el círculo hasta el punto de asfixiar al equipo que les robó el título del año pasado.
Puestos a comparar, surge la idea de hacerlo con los Bulls de Jordan del 96. El equipo del 72-10 y del primer anillo tras la primera retirada de MJ. Aquello fue demoledor, pero no solo por los números, sino también por la contundencia de las victorias sobre sus rivales y el halo que tenía un equipo que comenzó a explotar la era moderna de la NBA -Nike se forró en zapatillas negras gracias a ellos- y también de la cultura popular con un Jordan ya mitificado tras el asesinato de su padre y sus supuestos problemas con el juego y un Rodman que hoy sería un monstruo viral.
También corresponde medir a estos Warriors con los Lakers de 2001, aquel equipo también dinástico basado en la dupla Shaq-Kobe. No tanto por no mencionar a otros grandes roster como los Celtics de Bird o los Lakers del Showtime, sino porque ellos pueden representar el equipo menos hegemónico que también consiguió hitos. Aquí ‘Diesel’ aportaba la contundencia de un pívot nunca antes visto en la liga. Rompía tableros, engullía rivales en la zona, y era en definitiva un agujero negro en la defensa rival. No eran regulares -solo consiguieron 53 victorias en RS- pero en PlayOffs machacaron porque podían.
Ante esto, se brindan dos opiniones que surgen rápidamente a la cabeza:
- Los Lakers de 2001 vivían en un mundo post-Jordan con rivales de poca entidad, y la NBA actual también está muy desajustada, así que los Warriors solo podrán ser los mejores cuando tengan rivales a su altura.
- Los Bulls de Jordan también eran muy superiores, con un equipo donde no estaba ni mucho menos solo MJ, y ahora los Warriors han hecho lo mismo superando si cabe al que se considera el mejor jugador del siglo XXI: LeBron James.
Como decimos, solo el tiempo podrá darnos la respuesta, pero hay todos los ingredientes para enfrentarnos a una dinastía que pasará a la historia, aunque quizá aburriéndonos sobre manera mientras la vemos.