Los Timberwolves de la esperanza frágil

Si hay un General Manager que ha tenido este verano en sus manos la toma de decisión más difícil y que puede afectar a más equipos distintos en la liga, ese es sin duda Milt Newton, el de los Timberwolves. Y es que la situación de Love y su cantado traspaso no solo pueden afectar -y afectarán- a los Wolves y a los Cavaliers, para bien o para mal. También se ve salpicado el equilibrio de ambas conferencias y la situación contractual de algunos jugadores.

Nadie pudo competir por Love con la oferta de los Cavaliers, más los Sixers, que se vieron implicados. Y es que lo que promete Wiggins, y lo que significan Thaddeus Young y un Anthony Bennett que parece puede estar a la altura de un top5 del Draft, no tenía rival con las ofertas de Celtics, Knicks o Suns. Esto significa una cosa de entrada: La Conferencia Este gana una estrella (aunque para un equipo que ya tiene dos) y le da a la Oeste a un jugador que puede ser de los que peleen por el MVP en unos años.

Para los Wolves, cambia totalmente el panorama. Significa que van a dejar de pelear por los Playoffs, objetivo en el que el tándem Ricky Rubio-Kevin Love ha fracasado durante los últimos años, y pasan a estar en una reconstrucción que pinta como una de las mejores de la liga. El talento joven que acumulan los Wolves ahora es tremendo: Ricky Rubio, Andrew Wiggins, Gorgui Dieng, Anthony Bennett, Zach LaVine y, si explotan, Glenn Robinson y Shabazz Muhammad. Todos tienen menos de 25 años, a los que hay que sumar a algunos jugadores veteranos y a otros que todavía tienen mucho recorrido como son Thaddeus Young (26 años), Nikola Pekovic (28), Corey Brewer (28) o Kevin Martin (31).

Sin duda, parece el equipo perfecto para elegir en el 2K y empezar una carrera como mánager. Pero la realidad es que este equipo está muy verde para competir por algo este año en la difícil Conferencia Oeste. La pregunta es: ¿se puede seguir teniendo paciencia con un equipo que no conoce los Playoffs desde 2004? Y la respuesta tiene que ser sí, porque no hay otra opción. Como consuelo, parece que los aficionados se divertirán con los el atletismo de sus jugadores mientras el equipo progresa y se pule durante los próximos 2, 3 o 4 años.

Si alguien piensa que Milt Newton lo tiene todo hecho y solo tiene que sentarse y esperar unos años a que todo carbure, está equivocado. El gran problema tiene acento español, y es que Ricky Rubio y su agente se han venido arriba a la hora de pedir el nuevo contrato del base, dado que el actual termina esta temporada. De momento ambas partes están muy lejos de entenderse, y no solo en dinero sino en años de duración. Rubio quiere los 5 años (solo un jugador por equipo puede tener un contrato de 5 años) que le prometieron y no le quisieron dar a Love en su momento, y ahora los Wolves son conscientes de que tienen a un jugador que los puede merecer más que Rubio, y ese no es otro que Wiggins. Tal vez en este sentido Minnesota se pueda equivocar otra vez, pero en cualquier caso, el dinero que pide su agente es tan desorbitado que Minnesota no solo se ha negado, sino que ya ha dejado caer -con los rumores sobre Eric Bledsoe en verano- que con tantos bases de calidad en la liga, Rubio no es pieza fundamental para el proyecto de futuro.

Todavía es demasiado pronto para hacer cábalas sobre un equipo con tantas caras nuevas y tantas posibles fracturas a la vista, y las pretemporadas en la NBA son muy engañosas, por lo que no se puede sacar nada claro hasta que no empiece la liga. Habrá que ver si Flip Saunders es capaz de sacar todo el partido posible de este equipo con el que todavía hay que tener paciencia. Un equipo que tras 11 años genera a sus aficionados una esperanza que es tan ilusionante como frágil.