Este martes la NBA nos dejó uno de esos resultados que, o bien solo se pueden dar en estas fechas por la rotación de los equipos de cara a PlayOffs, o bien indica que la cosas no van nada bien para el equipo que pierde. Unos Knicks sin absolutamente nadie -a la baja de Carmelo, se le sumó la de Tim Hardaway Jr.- vencieron en la prórroga por 100 a 104 a los San Antonio Spurs.
Gregg Popovich nos ha acostumbrado a lo largo de su carrera a reservar jugadores contra equipos de menor entidad en Regular Season. Pero ayer no fue el caso. Tim Duncan, Tony Parker y Kawhi Leonard jugaron de 33 a 38 minutos cada uno ante unos Knicks donde el quinteto era auténticamente paupérrimo. Derek Fisher, con la temporada ya tirada y sin nada a lo que recurrir en el banquillo dio preferencia a Langston Galloway (22 pts), Alexey Shved, Lance Thomas, Lou Amundson y Andrea Bargnani. ¿El resultado? los neoyorkinos consiguieron forzar la prórroga y resolves el partido en ella a trancas y barrancas ante unos Spurs donde ni los 21 tantos de Parker ni el potencial de Leonard o la veteranía de Duncan funcionaron esta vez.
«No hemos respetado a nuestro rival. Ha sido realmente patético y espero que los jugadores estén avergonzados», dijo Gregg Popovich al final del partido, visiblemente contrariado. Y lo cierto es que el partido, sobre todo en sus momentos finales, tuvo algo de partido de colegio. Esos en los que un equipo sin talento consigue vencer a los buenos del barrio sin creérselo. Los Knicks se acabaron viniendo arriba, ante la inoperancia de San Antonio, que no están precisamente para dejar perder partidos.
Los Spurs andan en la actualidad séptimos en el Oeste con 41 victorias y 25 derrotas, muy lejos de la primera posición que lograron el año pasado (fue el único equipo que pasó de las 60 victorias) y que posteriormente les auparía al anillo. Los vigentes campeones -que a veces hace falta recordarlo- estarían cerca de cerrar así el curso cosechando la peor clasificación en más de cinco años, desde la temporada 2009-2010. Donde, no obstante, llegaron a semifinales tras eliminar a Dallas en primera ronda.
¿Se le acaba la gasolina al perenne proyecto de los Spurs? El propio Popovich salió hace unos días diciendo que esperaba que Duncan jugara un año más. Sus números le valieron para volver a ser All Star este año, pero las muestras de fatiga en el roster son evidentes. El equipo este año asiste peor y hace más pérdidas según las estadísticas del año pasado, y ha bajado su porcentaje de tiro de un 49 a un 46%. Un mal cocktail al que hay que sumar la escasa trascendencia que ha tenido Kawhi Leonard este año, después de explotar los pasados PlayOffs convirtiéndose en MVP de las finales. Confianza la tendrán siempre, son los Spurs, los que llevan 15 años siendo una constante en la liga, pero el debate sobre cuándo llegará el fin de su hegemonía parece ahora más vigente -y fundamentado- que nunca.