Los partidos olvidados de Jordan

El pasado 17 de febrero Michael Jordan cumplió 53 años. Media década del mejor jugador de baloncesto de la historia que en sus 15 años como profesional nos dejó actuaciones para recordar. Partidos épicos que han pasado al legado baloncestístico con denominación propia: ‘The Flu’, ‘The Last Shot’, el partido de los 69 puntos y un largo etcétera que han agrandado aún más toda la mitología alrededor del 23 de los Bulls.

Sin embargo, durante su carrera los partidos mágicos de Jordan han sido muchos más. Actuaciones con estadísticas enmarcables que se han desvanecido en medio de los recuerdos esgrimidos durante este cincuenta cumpleaños. Con el objetivo de recalcar aún más la grandeza de Jordan, la revista norteamericana DIME ha extraído de los archivos cinco actuaciones estratosféricas que por una razón u otra no han sido tan señaladas: Los partidos olvidados de Jordan.

Un compendio de grandes hazañas que hoy, inmersos en la vorágine de grandes actuaciones que también está teniendo Stephen Curry, volvemos a recordar bajo el interrogante de cuántas grandes noches que nos está dejando el base de los Warriors hoy no serán recordadas dentro de unos años.

5- 30 de noviembre de 1995, vs. Vancouver Grizzlies

Los Grizzlies estaban de estreno en la NBA en el año 1995. Un equipo débil que sin embargo puso en apuros a los Bulls después de que estos llegaran a la ciudad canadiense tras un duro tour de siete partidos ante los mejores equipos de la conferencia oeste. Los nuevos Grizzlies vencían 76-73 a falta de cinco minutos para el final. Los Grizzlies se imponían a unos desquiciados Bulls mermados por las bajas debido al duro calendario… hasta que al rookie Darrick Martin se le ocurrió gritar a Jordan: «No eres para tanto, puedo superarte cada vez que quiero».

El pobre rookie no sabía lo que había hecho. El comentario prendió la mecha del mejor jugador del mundo, que enlazó cinco canastas consecutivas de todos los colores. Jordan sumó 19 puntos en el último cuarto, con 9 de 12 en tiros de campo y cuatro robos. Los Bulls acabaron imponiéndose por 94 a 88.

4- 29 de noviembre de 2001, vs. Charlotte Hornets

La última etapa de Michael Jordan en los Washington Wizards no ha sido recordada al nivel que se merece. Con casi cuarenta años y tras tres retirado, Jordan volvió a vestirse de corto para jugar con un equipo perdedor logrando promedios de 21,2 puntos, 4,4 asistencias y 5,9 rebotes por partido y siendo elegido All Star en dos ocasiones más.

Obviamente, su nivel no era comparable al de los Bulls de los noventa, pero Jordan aún guardaba pólvora para dejarnos una última actuación que podríamos confundir con la de sus mejor época de no haberla realizado con la camiseta de los Wizards. Jordan volvió a incendiar la cancha con 51 puntos con un 55% de acierto en el tiro. La última vez en que Dios se disfrazó de jugador de baloncesto.

3- 13 de abril de 1989, vs. Indiana Pacers

Hubo un tiempo en el que los Bulls aún no eran esa máquina perfecta y Jordan tenía que apañárselas más bien solo. De hecho, en ese contexto y con Doug Collins como entrenador fue cuando Jordan brilló con más fuerza a nivel de números personales, llegando en la primavera de 1989 ha conseguir 10 triples dobles durante 11 partidos, algo inimaginable en la NBA actual. Su mejor partido dentro de esta extraordinaria serie llegaría contra Indiana Pacers, a los que Jordan endosó 47 puntos, 13 rebotes, 11 asistencias, cuatro robos y dos tapones sin despeinarse. Sin embargo, estos Bulls aún estaban por hacerse, y pese a la exhibición del número 23 Chicago acabó perdiendo el partido ante unos Pacers muy serios.

2- 29 de abril de 1992, vs. Miami Heat

Entre sus innumerables récords Jordan cuenta con el de haber conseguido la máxima anotación en un partido de PlayOffs tras meterle 63 puntos a los Celtics de Bird en 1986, sin embargo, el de Brooklyn cuenta además con la tercera mejor marca anotadora en postemporada, lograda en su camino hacia el segundo anillo de los Bulls ante los Heat.

Su actuación llegó justo a tiempo para finalizar la serie a favor de su equipo, protagonizando una remontada de 18 puntos que eliminó el primer obstáculo hacia el anillo. 54 puntos logrados en los últimos tres  cuartos (en el primero solo había anotado 2) que dieron la vuelta al marcador y acercaron a los Bulls a la final contra los Blazers del 92.

1- 3 de abril 1988, vs. Detroit Pistons

Los ‘Bad Boys’ de Detroit dominaron la NBA en los años 1989 y 1990 en gran parte gracias a la habilidad de su entrenador para frenar a Jordan en su particular lucha de baloncesto del este. Los Pistons eliminaron durante tres temporadas consecutivas a los Bulls en PlayOffs gracias al sistema defensivo diseñado por Chuck Daly denominado como «Las reglas de Jordan», las cuales consistían basicamente en aumentar la presión y los dos contra uno cuando el 23 recibía el balón. Un agobio continuo y alguna que otra falta sucia que sacaban de quicio a un Jordan aún por formar eran las bases sobre las que cimentaba su éxito particular la defensa de Detroit.

Este diseño perfecto fue motivado por la exhibición de Jordan en uno de sus primeros enfrentamientos directos ante los Pistons, durante la temporada regular de 1988, cuando MJ grabó una de las actuaciones más eficientes de su carrera: 59 puntos con un 77,8 por ciento de acierto (21 de 27) y haciendo 17 de 19 tiros libres, sellando la victoria de los Bulls por 112-110. El viejo zorro de Daly vio las orejas al lobo y consiguió frenar a Jordan durante los años siguientes, hasta que este alcanzara su máximo nivel, destrozando a los Pistons en la finales del este de 1991, cuando los Bulls barrieron a Detroit con un contundente 4-0 en la serie.

Artículo publicado originalmente en Sweet Hoops el 6 de marzo de 2013