Desde su desaparición en 2008, la vuelta de los Seattle Supersonics ha sido uno de los asuntos pendiente de la NBA, que ahora, parece que se reabre pero esta vez con otro equipo histórico de por medio, los Milwaukke Bucks. El periodista Bill Simmons ha lanzado una ‘teoría de la conspiración’ por la que la NBA estaría presionando a los dueños de los Bucks para mudarse a Seattle.
Según Simmons, que ha regresado a sus funciones en la ESPN tras ser sancionado por unas polémicas declaraciones en torno a la liga de fútbol americano, la NBA estaría barajando la posibilidad de recomprar la franquicia de Milwaukee para llevársela a Seattle. Hay que recordar que los Bucks cambiaron de manos el pasado mes de abril por unos 550 millones de dólares después de que lo vendiera su anterior dueño, Herb Kohl a los empresarios Wesley Edens y Marc Lasry, de la compañía Fortress Investment, dedicada a las inversiones con base en Nueva York. Una venta que se hizo con una importante condición ya que se puso una cláusula por la que si los nuevos propietarios no construían un estadio nuevo antes la temporada 2017-2018 la NBA se guardaba la opción de recomprar la franquicia por apenas 25 millones más. Una letra pequeña en el contrato que el comentarista de la ESPN entiende que podría ser aprovechada para que la liga hiciera negocio adquiriendo la franquicia para después vendérsela a otro grupo inversor de Seattle.
Y es que, si bien la venta de los Bucks fue en su momento tildada como un récord, conviene también recordar que apenas unos meses más tarde los Clippers también cambiaron de manos por casi cuatro veces esa cantidad, en una operación en la que además se hizo con el control de la franquicia angelina Steve Ballmer, ex de Microsoft que solo un año antes ya hizo lo imposible por comprar los Sacramento Kings para precisamente refundar a los Sonics.
Llegados a este punto, las dudas son muchas. En primer lugar, está claro que la hipótesis de Simmons no es más que eso. Pero también es cierto que no parece descabellada. Seattle ha demostrado desde que desapareciera para ceder su hueco a los Thunder en 2008 que es una plaza con ganas de baloncesto NBA y con público suficiente como para ser un mercado importante dentro de la liga. La NBA podría recomprar a los Bucks por prácticamente el mismo precio y obtener al menos el doble de beneficio, lo que se repartiría entre los otros 29 equipos… algo que invita a pensar que toda la liga quiere que los Bucks no alcancen a construir su nuevo estadio, que a día de hoy sigue sin proyecto ni ubicación.
Con todo en el aire, parece que una franquicia histórica como los Bucks va a seguir en el candelero las próximas temporadas, al igual que cualquier otro racimo importante de equipos que no genere grandes beneficios a la liga. Un panorama que parece que de forma irremediable siempre dejará a vencedores y vencidos a no ser que la NBA afronte este, uno de sus mayores retos, ampliando la liga hasta los 32 equipos para así reforzar cada una de las dos conferencias y no volver a dejar a ninguna afición con el mal sabor de boca que se les quedó a los fans de Sonics hace ya casi 7 veranos.