Todos tenemos, o deberíamos tener, a esa persona que nos quiera y nos anime a hacer aquello que perseguimos en la vida, nuestras metas y sueños. Estos chicos en cambio sólo se tienen a sí mismos. Eso sí, una vez superado el trauma de ver a cuatro muchachos regordetes y a los que presumimos muy poca vida social, botando y bailando de forma absolutamente arrítmica, no podemos evitar un mínimo de admiración por la capacidad imaginativa que tienen para sacar adelante unas versiones muy curradas de los ídolos del pop mundial.
Estos muchachos son fieros seguidores de sus Thunder, pero además presumen de tener una banda que debieron abandonar cuando acabaron el insituto, pero una vez superados tantos contratiempos y tirones de calzoncillos, ¿quién puede resistirse? Con un espectacular escenario provisto por la organización, estos fans de Thunder no te dicen «Call me maybe», si no «Call him KD», en honor al gran Kevin Durant. Prometemos una entrevista en breve a la víctima u homenajeado, según se mire.
Así se quedó Durant cuando escuchó el temazo en cuestión y corrió a compartirlo con sus amigos, que retuitearon sin parar. Por cierto, ¿os podéis creer que esa sea la foto principal de su página web oficial personal? Da que pensar. En fin, estas historias estúpidas a veces no tienen un final feliz, y el que no se lo tomó tan bien fue el barbudo Harden. Fueron a dar con su punto débil, su vello facial del que se siente muy orgulloso y no le gusta hablar demasiado. El siguiente videoclip fue una de las razones por las que el escolta cogió la maleta para volar a Houston.
Por último, la banda quedó particularmente dividida por la venta de Harden, y la escisión del grupo. El pipa de la banda decidió que se estaba estancando y que si el cantante metía a la chica que se había ligado la noche anterior en un bar de carretera en el videoclip de Harden, él tenía derecho a probar por su cuenta. Actualmente reside en Los Angeles junto a Joko Ono, con la que mantiene una tórrida relación y está petándolo con su estilo ultra crítico del que no se salva ni Bryant.