Los 'malos' no ganaban tanto desde el 84

Desde que Magic Johnson y Larry Bird se debatían por la gloria, que acabó del lado de Boston en aquella edición, no se había producido esta curiosidad: Todos los equipos con peor registro en la temporada regular están liderando sus respectivas series en la Semifinales de Conferencia. ¿El motivo? Muy sencillo: un nuevo zarpazo de los Grizzlies ante los Warriors de Kerr y un canastón sobre la bocina del mítico Paul Pierce.

(1) Golden State Warriors 89 – 99 Memphis Grizzlies (2)

Cómo ha cambiado la película de esta serie después del primer encuentro. Con Michael Conley ‘Enmascarado’ las cosas funcionan para los de Tenessee. Los locales pusieron en práctica una defensa espectacular basada en el asilamiento de los jugadores exteriores californianos, lo que afectó notablemente las posibilidades de asaltar la fortaleza en la que se convirtió la zona de los osos. El mismo Curry (23 puntos, 6 asistencias) tuvo un día difícil de cara al aro, con 8 de 23 en tiros de campo y un 20% de acierto desde la línea de tres.

Mientras tanto, Marc a lo suyo (25 puntos, 11 rebotes) dominando el aro y demostrando que es, sino el mejor, uno de los pívots con más quilates del mundo NBA. Le acompañó un inspirado Zach Randolph (22 puntos) que hizo las delicias del venerable y un intenso Tony Allen, que lideró el férreo marcaje los ‘Splash Brothers’.

Los Warriors llegaron a ponerse a 6 de sus rivales tras remontar un déficit de 19 puntos, pero un pseudo-triple agotando la posesión del de Sant Boi -(se anotó de dos tras revisarlo) y una bandeja de Tony Allen tras una pérdida de los Warriors, pusieron las cosas en su sitio.

(1) Atlanta Hawks 101 – 103 Washington Wizards (2)

Qué grande es Paul Pierce. Y que dure. El mítico Celtic dejó Boston hace dos temporada con vistas a nuevos retos y tras un año algo insatisfactorio en Brooklyn, no dudó en cruzar el país para ponerse la zamarra del equipo de la capital. Con Wall y su destrozada muñeca viendo todo desde la banda y el partido empatado a una posesión no dudó en hacer su jugada de siempre.

Forzó un cambio de emparejamiento con un cambio de ritmo espectacular, situándose a la espalda del base Dennis Schroeder. Pidió el balón y estaba todo hecho. Le gritó a Beal que se quitase de en medio. Posteó al alemán. Por la izquierda, la derecha, un leve empujón con el culo y su inconfundible paso atrás que tantas veces hemos visto millones de veces y que hizo inútil la ayuda de Kent Bazemore. ‘Money’ o como dijo el propio alero ‘Game’.

Pierce salió flotando de la cancha. Imposible no reconocerle ese gesto de prepotencia. Es un grande entre los grandes.

Javier Marmisa: Journalist, Digital Marketing & Media Pro. // 90's kid

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