16 derrotas más tarde, los Knicks han vuelto a saber lo que es ganar. Parecía que lo habían olvidado. De hecho, su victoria de este lunes frente a los New Orleans Pelicans fue conseguida más por claudicación de sus rivales (no estaban ni Jrue Holiday ni Anthony Davis) que por sus propias virtudes. Al final, 92-99, partido para los Knicks con protagonismo de Carmelo, Calderón, y el rookie no drafteado Langston Galloway, quien lleva una semana sorprendiendo a la ansiada afición del Madison.
La desquiciante situación de los New York Knicks da lugar a la aparición de pequeños destellos que sacan de la apatía a la afición de la Gran Manzana. Jugadores que, aupados por la ruina en la que está el equipo, consiguen destacar en medio del río revuelto cuando nadie se lo espera. Ya pasó en la temporada 2011-2012 con Jeremy Lin, la mayor muestra quizá nunca vista antes de cómo un jugador, en unas situaciones determinadas, puede camuflarse de estrella. El base de origen asiático encadenó una decena de partidos en los primeros meses de 2012 en los que dejó auténticos números de All Star… ¿Tan bueno era Lin? La Linsanity y el paso del tiempo nos dijeron que no. Sin embargo, el Madison Square Garden aún guarda su pequeño espacio para odiseas personales, y eso es lo que lleva haciendo en los últimos días el base Langston Galloway, un jugador de primer año (no drafteado) que fue fichado por 10 días a comienzos de año para suplir el hueco dejado en el juego exterior tras las salida de JR Smith y Iman Shumpert rumbo Cleveland.
Galloway, formado en la Universidad de Saint Joseph, venía de promediar 16,5 puntos, 5,9 rebotes y 2,4 asistencias en 36,8 minutos con los Wetchester Knicks, el equipo afiliado a los propios Knicks en la Liga de Desarrollo. Como se ve, es un base anotador, pero bastante mal asistente.
Pues bien, el bueno de Galloway no ha dejado de aportar desde su llegada a los Knicks, un equipo en el que los Cleanthony Early, Cole Aldrich o Travis Wear (el nuevo big-three irónico de la Big Apple) han ganado bastante crédito de minutos en los últimos partidos debido a la descomposición total a la que se ha lanzado Phil Jackson durante esta temporada 14/15. El novato firmó anoche 21 puntos con un 50% en triples y levantó en alguna ocasión al anodino público del Madison de sus butacas. Especialmente tras un coast-to-coast muy bien hilado al que después siguió un triple errado, pero que durante su lanzamiento hizo creer a los fans knickerbokers que tenían nueva esperanza pasajera a la que agarrarse en medio de la deriva. Igual pasó con Lin, con quien cada lanzamiento en esos primeros meses de 2012 se convertía en un suspiro que invitaba a prorrogar aquella locura llamada Linsanity.
Su actuación de anoche se suma a la que logró hace unos días ante los Rockets, donde firmó 19 puntos. Aún le queda mucho para ser un caso que recuerde claramente al de Lin… pero con unos los Knicks con tan poco que contar como esta temporada…
El caso es que al final Nueva York volvió a tener una victoria de su equipo, aupado como no por Carmelo Anthony, verdadero artífice con 24 puntos y 9 rebotes, y Jose Manuel Calderón. El base extremeño no tuvo un gran partido, pero anotó a falta de 30 segundos el triple definitivo para achicar a unos Pelicans que pese a no contar con Davis y Holiday se lo pusieron muy difícil a los Knicks. Se acabó la racha de 16 derrotas seguidas. Si es que eso importaba a alguien.
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A mi este Galloway me parece bastante mejor jugador que Lin.
Tiene hambre y actitud. El problema es que casi todos los años suele salir un jugador con este perfil en los Knicks debido a que básicamente no hay mucho más que rascar. Veremos que planes tiene con él Phil de cara a lo que queda de temporada y el próximo curso. (Visto lo visto con Lin, es bastante fácil que sea un jugador más aprovechable)