Es una regla máxima del periodismo deportivo, analizas una racha buena o mala de un equipo y según lo publicas todo cambia. Tras preguntarnos en voz alta si los Knicks caminan a la reconstrucción han sumado ocho victorias de diez posibles en sus últimos enfrentamientos, incluídos los mismísimos Miami Heat. Ayer la víctima fueron los Philadelphia 76ers en su propia cancha. Un Amare’e Stoudamire inspirado recordó al de temporadas atrás, firmando su ‘season high’ de 21 puntos, acompañados de 5 rebotes yalgún que otro ‘high light’ para el recuerdo, machando como ya lo hiciera por el desierto de Arizona.
Les bastó con poco a los Knicks, que con un Melo a medio gas, anotando 8 de sus 21 tiros para finalizar el encuentro con 18 puntos, se colocan con un balance de 14-22, a una sola victoria del último puesto que da derecho a jugar PlayOffs y que defiende actualmente Brooklyn. En otro orden de circunstancias, tras no haber encontrado mercado para J.R. Smith, Mike Woodson no tuvo otra que dejarle jugar en el Wells Fargo arena. El escolta suplente cumplió con nota, con 14 puntos, 6 asistencias y 3 de 4 en triples.
Hasta seis jugadores de los Sixers superaron los dobles dígitos de anotación pero nadie supo dar un paso adelante. Destacaron el pívot Spencer Hawes y el escolta James Anderson compartiendo ambos 17 puntos y 7 rebotes en sus registros. El rookie del momento, Michael Carter Williams se quedó cerca de completar un triple-doble.