Vivimos una época desastrosa en lo que a pívots dominantes se refiere. es un oasis en el desierto y Sacramento lo sabe. Por eso la franquicia californiana ha decidido blindar a su estrella con un contrato de 62 millones que mantendrán al cinco en el equipo por cuatro años más. Quién sabe hasta que punto, el reciente ingreso de Shaq, leyenda del puesto, ha podido afectar en las negociaciones.
Una presencia imponente en la zona con buena muñeca y con capacidad de irse a un 20-20 cada noche si se lo propone. La gran tara de Cousins es su cabeza. El gigantón ha demostrado en más de una ocasión que no es el más cuerdo de la liga. Como cuando perdió los papeles ante Mike Dunleavy Jr. y fue expulsado la temporada anterior o en aquella ocasión en la que de la noche a la mañana pidió el traspaso de la franquicia por una bronca de su entrenador en un mal encuentro del pívot. ¿Decisión acertada o peligrosa? Juzguen ustedes.