Los Atlanta Hawks rindieron tributo a Dominique Wilkins desvelando una estatua en su honor en una emotiva ceremonia celebrada el pasado jueves en el Philips Arena de Atlanta. La escultura, construida en granito y bronce, se situará en los aledaños del estadio e inmortaliza a Wilkins en una de sus más reconocibles estampas, en plena maniobra de un Windmill Dunk.
The Human Highlight Film se une al club de leyendas de la NBA con estatua en las franquicias en las que hicieron historia, como Michael Jordan, Stockton y Malone, Magic Johnson y Bill Russell entre otros. El homenaje a Wilkins resulta más que merecido. Además de ser uno de los mejores y más espectaculares jugadores de su generación, ningún otro jugador ha dado tanto a la franquicia de Georgia como él. Nunca ganó un campeonato, pero es el máximo anotador histórico de los Hawks y su camiseta con el número 21 sigue siendo de las más demandadas por los aficionados, convertida en un icono de la NBA de los ochenta.
“Nadie ama tanto a esta organización como yo” declaró Wilkins en el evento. “Sangro y respiro Hawks, siempre he sido un Hawk” añadió. Entre los numerosos videos proyectados en el Philips Arena, el de Larry Bird puso la nota de humor al acto. En un guiño a sus espectaculares duelos de finales de los ochenta, Bird felicitó a Wilkins por su estatua haciendo gala de su conocido trash talking: “Felicidades por la estatua. Estoy seguro de que no la han hecho contigo en una postura defensiva”.
Wilkins es miembro del Hall of Fame desde el año 2006. Es junto a Bob Petit y Lou Hudson el único jugador al que los Hawks han retirado el dorsal. Disputó nueve veces el All Star Game; ganó dos concursos de mates y fue incluido una vez en el mejor quinteto ideal de la temporada, en 1986.