Llegó a la ceremonia del Draft con un traje que escondía su imagen y cargado del carácter que ha lucido durante toda su etapa en la NCAA. Marcus Smart fue elegido por los Boston Celtics este jueves, superando muchas de las previsiones que se habían hecho sobre él, y será el nuevo base de la mítica franquicia, que precisamente se ha llevado a un jugador al que sus eternos rivales, los Lakers, también aspiraban.
Smart, de 20 años, es un jugador hecho. Quizá el que más lo esté de esta generación de ensueño. Dos años en la NCAA liderando a Oklahoma State desde el perímetro puliendo un carácter ganador que en ocasiones le ha perjudicado -recordad su encontronazo con un aficionado que le propinó insultos racistas- pero que también le ha hecho ser un jugador capaz de entrar en la NBA desde ya.
Sin embargo, su llegada arroja inmediatamente una duda evidente: ¿Qué pasará ahora con Rajon Rondo? Obviamente no se puede comparar al nuevo rookie con el All Star, pero ambos son líderes y juegan en la misma posición, no hay opción para la permutación. Los dos, además, destacan por sus habilidades como penetradores, por su capacidad de robo, y por su limitación en el tiro exterior. Mucho más fino y elegante Rondo, mucho más fuerte y potente Smart. Boston ha levantado sus cartas descartando elegir a un jugador interior como Vonleh, y Ainge se tiró a por la única posición que tenía ya cubierta.
Rondo ha estado en la salsa de los rumores desde que salieron de la disciplina Celtic Garnett y Pierce. Equipos interesados no faltan, y con tanto movimiento, tanta necesidad de regeneración en Boston, y tanto dinero en caja, ahora todo queda abierto. Veremos que se maneja por la casa verde. Los Celtics pueden echar el cerrojo definitivamente a la era de 2008.
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