Llegó a su fin esta locura de marzo metida en abril y nos deja como campeón al que ha sido uno de los equipos más regulares del torneo. Los Louisville Cardinals se impusieron esta madrugada a Michigan por 76 a 82 consiguiendo su tercer campeonato de la Division I de la NCAA. Su entrenador, Rick Pitino que este mismo fin de semana fue además admitido en el Hall of Fame, se convierte en el primer entrenador en conseguir dos títulos entrenando a universidades distintas.
Y eso que los Wolverines no se lo pusieron nada fácil. Su estrella, Trey Burke, anotaba al comienzo del partido los mismos puntos que consiguiera en la semifinal para poner el 7-7 al comienzo del partido. El base, elegido jugador del año, estaba de vuelta, lo que unido al desacierto de los Cardinals desde el tiro exterior al comienzo del partido ponía el marcador cuesta arriba para los de Pitino (26-19) a ocho minutos de llegar al descanso.
Sin embargo, el oficio de los Cards es enorme, y como en las semis, desde el banquillo, emergió la figura de Luke Hancock para poner a su equipos arriba antes del paso por vestuarios con una impresionante racha de cuatro triples sin fallo (37-38). Louisville tiraba de recursos y veteranía para sobreponerse a las dificultades que estaban atravesando algunos de sus jugadores clave.
En la segunda mitad el partido continuaría los derroteros de la primera. Por los Wolves a la opción de Burke se sumaba el poderío físico del pequeño Hardaway, que se las bastaba para dejar en el sitio a Russ Smith, mientras que por los Cards Peyton Siva ejercía de senior tirando de su equipo cuando la clarividencia de los de Pitino en ataque se nublaba. El samoano acabaría con 18 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias.
La continuidad aportada por Siva y Hancock despegaría durante unos minutos a los Cards, sin embargo, a falta de un minuto para el final la insistencia de los Wolves los volvía a meter en el partido (74-78), pero el saber hacer de Louisville y su frialdad desde los tiros libres acabó decantando el partido. Una gran final, protagonizada por jugadores que están muy lejos de ser grandes estrellas de la NBA pero que han conseguido formar dos grandes equipos, de la que ha salido un justo vencedor. La celebración de los campeones nos dejó también la emotiva imagen de ver a Kevin Ware, desgraciadamente lesionado en el torneo cortado la red del Georgia Dome. Los Cards consiguen su tercer título tras llegar también a la Final Four el año pasado.
Pitino y la Historia
Punto y aparte merece su entrenador Rick Pitino, primer coach en la historia del baloncesto universitario en conseguir dos títulos con dos equipos distintos (lo consiguió ya con Kentucky en 1996) y que entra por la puerta grande en el Hall of Fame que esta misma semana anunció su ingreso.
El baloncesto universitario nos deja hasta noviembre, toca ahora hacer valoración y especular acerca del próximo draft mientras las universidades echan el cierre al que es uno de los mayores espectáculos del baloncesto mundial.
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