No acaban de irle bien las cosas a los de Wisconsin, después de un mercado de agencia libre convulso en el que no han podido equilibrar las llegadas con las salidas, arrecian problemas económicos de gran calado que podrían poner en peligro a una de las franquicias más prestigiosas de la historia de la mejor liga del mundo. Una última visita del futuro comisionado de la NBA y actual segundo de a bordo Adam Silver ha puesto sobre la mesa las deficiencias económicas del proyecto de Milwaukee, que tendrá que buscar un nuevo pabellón para seguir en la NBA. La nueva noticia ha empañado otra de carácter mucho más alegre y vistoso para el aficionado.
Los Bucks lucirán durante la siguiente temporada el famoso parqué de MECCA que ha pasado a la historia como uno de los inconos más representativo de la NBA, recuperando el ‘espíritu de Robert Indiana del 77’. Una pista llena de colorido que hará muy vistosos los encuentros disputados durante esta temporada en el Bradley Center. Hasta aquí las noticias buenas sobre el complejo de 25 años, ya que ha sido declarado no apto para albergar encuentros de la NBA y la opción que tenía en mente el equipo, la de ampliarlo, ha sido descartada.
“Conseguir una extensión no fue nada fácil. Había bastante oposición en ese aspecto. No fue algo personal, era un asunto bueno para el negocio en términos de lo que es positivo para la NBA, Herb Kohl propietario de los Bucks”
La realidad es que construir un pabellón no es nada sencillo pero se ajusta a lo firmado por los 30 equipos en el convenio de diciembre de 2011 que obliga a las franquicias a «prosperar con indepencia del mercado de la ciudad». Esta cláusula hace que sea el comisionado de la NBA el que decida sobre la vida de las instalaciones de los equipos y no las propias directivas y es lo que permite a otras ciudades albergar esperanzas de entrar en la liga, como Seattle, Las Vegas o Kansas City. De hecho, esto hizo que los Sacramento Kings estuviesen cerca de desaparecer el año pasado, salvándose en el último momento y teniendo que construir un estadio valorado en 448 millones de Dólares.
Para hacerse una idea de lo que una relocalización supone puede usarse de ejemplo al otro equipo profesional de la ciudad, los Brewers de la Major League Baseball. La construcción del Miller Park en 20o1 supuso 392 millones que asumieron casi en su totalidad los ciudadanos en una tasa impositiva del 0,1% como figura en el artículo de Jeff Caplan en NBA.com que a su vez se refiere al Milwaukee Journal Sentinel. Los ciudadanos tendrán que hacerse a sí mismos la pregunta de cuánto les gusta el baloncesto porque la marcha de la franquicia la dejaría en el mayor ostracismo deportivo. Una situación similar es la que sacó a los Supersonics de la liga, ya que cuando Clay Bennett no tuvo los fondos necesarios para sacar adelante el nuevo pabellón se dio luz verde a la creación de los Oklahoma City Thunder.
Brotes verdes
Palabra muy de moda en España en lo que a economía se refiere también puede aplicarse a los Bucks. Si bien están encuadrados en una de las divisiones más complicadas de la liga junto a Bulls, Pistons, Pacers y Cavaliers; lo cual hace tener serias dudas con respecto a la temporada que se avecina, lo cierto es que se han hecho con Larry Drew, uno de los mejores entrenadores del mercado y a pesar de haber tenido plantones como el de Josh Smith o el base Jeff Teague al que retuvieron los Hawks, tienen un quinteto aceptable: Brandon Knight, O.J. Mayo, Caron Butler, Ersan Ilyasova y Larry Sanders.
Además está la parte histórica e institucional. En el angustioso proceso de los Kings la NBA tendió la mano en más de una ocasión a los californianos y no se espera que hagan menos por uno de los equipos con más historia de la competición. Fundados en 1968, los Bucks ganaron su único título en 1971 y por sus filas han desfilado ilustres como Oscar Robertson, Lew Alcindor (posteriormente Kareem Abdul Jabbar), Sidney Moncrief y el Big Three formado por Ray Allen, Sam Casell y Glenn Robinson.
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