Quizá sea un tanto aventurado titular de esta manera el siguiente artículo, con una afirmación que bien podría incluir unos interrogantes para reformularla a una pregunta, pero la expectación por estos nuevos Lakers es tal, que me atrevo a afirmar que el «Showtime» va a estar de vuelta en la ciudad californiana próximamente. No hablo de plazos, puede que este año continúen sufriendo, hablo de una reconstrucción post-Bryant que está desembocando en un proyecto ilusionante que podría encontrar su punto de inflexión más grande el verano que viene, en este, ya ha habido un primer paso para esa inflexión, no es un paso cualquiera, es Lonzo Ball, aunque los movimientos siguientes todavía pueden ser mejores.
Apostando fuerte un año para subir la apuesta en verano
Hay que reconocer el buen trabajo de Magic Johnson este verano. No era nada fácil poder sacarse de encima los contratos de Mozgov y Deng, y aunque seguramente el objetivo haya sido o es, haber podido sacar a los dos, lograron hacerlo con al menos uno de ellos, Timofey Mozgov. El pívot ruso hizo las maletas rumbo a Brooklyn Nets, donde su compatriota Mihaly Phrokorov le recibirá con los brazos abiertos. A cambio llegó Brook López, principal emblema en los últimos tiempos para los Nets. Eso sí, siempre, y digo siempre, para soltarte un problema como en este caso era Mozgov, has de sacrificar algo, y el damnificado (aunque a nivel personal no tanto) ha sido D’Angelo Russell, y digo no tanto porque en Brooklyn, el talentoso base podrá desarrollar con total libertad las pinceladas que había dejado por L.A., unas pinceladas que dibujaban un jugador con una enorme capacidad ofensiva, que pretendía ser una estrella de Hollywood en un equipo sin guión.
Otro que llega, esta vez desde la agencia libre, es Kentavious Caldwell-Pope, un completísimo escolta que ha dejado grandes sensaciones en Detroit, y que espera poder seguir creciendo a las ordenes de Luke Walton. Su firma fue cuanto menos sorprendente, pues tenía una larga lista de pretendientes que le ofrecían además de más dinero que los Lakers, un proyecto de más años, lo que se traduce en estabilidad y en seguridad de cara al futuro. Firmar por un año es un riesgo para él, aunque puede salirle bien y revalorizarse aún más el verano que viene, pero esa firma supone una estrategia deportiva y económica para los californianos de cara al verano de 2018 que explicaré más adelante, porqué hay que recordar que tanto López, como el propio Caldwell-Pope acabarán contrato al finalizar el curso que está a punto de comenzar.
Junto a ellos, aterrizan en Los Angeles, Andrew Bogut y Tyler Ennis, jugadores que podrán aportar desde la segunda unidad.
El mejor Draft desde el verano de 1996?
Solo el tiempo podrá despejar está incógnita. El Draft de 1996 cambió la historia reciente de los Lakers, pues en él consiguieron hacerse con un tal Kobe Bryant mediante un traspaso la misma noche de la ceremonia con Charlotte Hornets, equipo que escogió a la Mamba en el 13º puesto.
En esta ocasión, ya unos meses antes el sorteo les sonrió, pues se corría el riesgo de perder un preciado pick de haber caído fuera del top-3, en ese caso hubiese ido a parar a Philadelhia su elección. Pero el destino quiso darle una oportunidad a los angelinos de volver a crecer, y se quedaron con la 2ª elección de un Draft cargado a raudales de talento, y sobretodo de bases, puesto, que los Lakers parecían empeñados en reforzar ante los rumores de salida tanto de Russell como de Clarkson.
La duda, si es que había alguna, era ver que iban a hacer los Sixers en la primera posición, si ir por la vía lógica de Fultz, romper los rumores y seleccionar a Ball o sorprender con una apuesta más arriesgada como podía ser Josh Jackson o Tatum. Finalmente se decidieron por la vía lógica y se llevaron a Fultz, lo que dejaba a los californianos el camino totalmente despejado para seleccionar a Lonzo Ball, base formado en UCLA y fiel seguidor de los Lakers junto a toda su familia. Una familia que también entrará en escena un poco más adelante.
Con Ball, los Lakers se aseguran un base top para los próximos años, algunos incluso lo quieren ya comparar con Magic. Lo cierto es que pueden haber similitudes, pero no se puede juzgar a ningún jugador, por muy buen proyecto que sea o por verle destacar en la NCAA y en la Summer League.
Tras Lonzo, hay que hablar de Kyle Kuzma, sin duda la gran revelación del verano. Los Lakers se hicieron con él en el puesto 27, gracias al traspaso con Brooklyn, y desde el primer momento las sensaciones son inmejorables. Varios partidos por encima de 20 puntos y MVP de la Final de la Summer League, y líder anotador en los partidos de pretemporada de los Lakers hasta la fecha. Sin un puesto bien definido, puede actuar tanto de 3, como de 4 abierto, es un jugador que se adapta a la coyuntura de la NBA actual, donde la polivalencia, el tiro exterior y un gran físico predominan. A priori, con Deng, Randle o incluso Nance Jr, podríamos pensar que sus minutos en esta primera temporada podrían estar algo limitados, pero viendo la cantidad de cosas que puede hacer sobre el parqué, no será de extrañar que sea uno de los jugadores más utilizados por Walton para cimentar el futuro.
La familia Ball y las consecuencias para Lonzo
Los focos llevan puestos en Lonzo mucho antes que se supiera de su aterrizaje en Los Angeles. En la mayoría de casos, las grandes estrellas que llegan a la NBA, lo hacen en un plano discreto, o al menos llegan conociéndose por sí mismos, sin que sus familias estén demasiado involucradas en el proceso que les lleva de la universidad hasta el baloncesto profesional. En el caso del mayor de los Ball eso ha sido imposible, su padre LaVar lleva demasiado tiempo abrasando los medios con declaraciones incendiarias que rápidamente pusieron la atención mediática sobre él y sus tres hijos, que al menos dos de ellos (Lonzo y LaMelo) son grandes proyectos de baloncesto.
La vida de los Ball es un auténtico reality, al más puro estilo de las Kardashian, pero versión masculina y deportiva. Lavar se ha metido por activa y por pasiva con grandes leyendas de la liga como Jordan, Barkley o Nash, ha sacado su propia marca de ropa deportiva (Big Baller Brand) para competir con Nike, Adidas o Under Armour poniendo precios astronómicos a sus productos, ha obligado prácticamente a los Lakers ha seleccionar a Lonzo y asegurando que todos sus hijos acabarán jugando allí, ha presionado a LeBron para que fiche también por los angelinos, ha sacando a su hijo LaMelo del instituto, y juntos, han aparecido hasta en un programa de WWE…
El personaje que ha creado LaVar ya no pasa desapercibido, y no genera medias tintas. Odio o amor. Y eso puede perjudicar gravemente al rookie de Lakers.
Hasta ahora, parece que ha sido el que más se ha desmarcado del comportamiento de su padre y quiere labrar su propio futuro por él mismo, algo que le beneficiará a lo largo de su carrera. La madurez que ha demostrado hasta ahora en cancha, debe demostrarla también fuera si no quiere que su trayectoria se vea salpicada por continuas polémicas generadas por su entorno más cercano. LaVar siempre va a estar en boca de todos y debería aguardar en un segundo plano viendo como los éxitos llegan por sí solos, aunque ya parece demasiado tarde. Y esto acaba de empezar.
Agencia libre de 2018, la gran apuesta laker
Formar un gran grupo de jóvenes, el Staples, la ciudad, la historia, la afición, los medios de comunicación, el glamour… todo ello atrae, y las grandes estrellas no son ajenas a ello. La mayoría de jugadores siempre sueñan con jugar algún día en los Lakers, y quizá ahora sea el gran momento para hacerlo, con un proyecto que, con una o dos grandes piezas, podría volver a lo que siempre ha sido, un núcleo campeón. El «timming» ha sonreído a los Lakers, y el destino ha querido que un buen grupo de jóvenes con talento llegasen al equipo justo antes de una de las agencias libres más apetitosas de los últimos años, la de 2018.
Los nombres que podrían salir al mercado asustan: LeBron James, Chris Paul, DeMarcus Cousins, Paul George, Isaiah Thomas, Carmelo Anthony, Dwyane Wade, DeAndre Jordan, Jabari Parker, Joel Embiid, LaMarcus Aldrige, entre otros. Practiamente una plantilla de All-Star no?
El que se ha caído de la lista a última hora, y era uno de los que más sonaba para poder reforzar a los Lakers era Westbrook, que ha firmado la mayor ampliación de la historia con Oklahoma, donde recibirá 41 millones de dólares por temporada durante los próximos seis años. Esta renovación también podría implicar que se borre de esa lista a un George, que era otro de los principales objetivos de los angelinos, y que ahora puede buscar asegurar un prometedor futuro junto a Russ en los Thunder.
Así pues, aunque la lista se acorte, la ilusión sigue intacta en los despachos, y más sabiendo que los Lakers tendrán espacio suficiente como para poder firmar a dos de esas estrellas, siendo LeBron el gran objetivo y quizá Cousins el más necesario.
En el mejor de los escenarios, si logran firmar a esos dos jugadores, solo podemos imaginar un quinteto con: Lonzo-Clarkson-Ingram-LeBron-Cousins, con Randle y Kuzma en el banquillo. Candidatos a todo? Sin duda, sí. Soñar es gratis.