El base hizo el partido de su vida, consiguiendo la máxima anotación de la temporada y el récord histórico de la franquicia. Con sus puntos, los Minnesota Timberwolves consiguieron al fin acabar con su fatídica racha batiendo a los Pacers en Indiana por 110-101.
Más de un mes enlazando derrotas, sin visos de mejorar ante la baja de Ricky Rubio y la pérdida de jugadores importantes como Corey Brewer. La racha de 15 derrotas seguidas de los Timberwolves solo la podía frenar -al menos de forma momentánea- la exhibición de un viejo rockero. Y así sucedió.
Mo Williams, a sus 32 años, ha dado la campanada este martes arrollando a los Pacers con una auténtica clase práctica de efectividad en el tiro. El veterano base volvió a sus mejores épocas reavivando al jugón que lleva dentro y anotó 52 puntos para asaltar la banca en el partido que enfrentó a su equipo ante los Indiana Pacers. Su récord supone, además de su máxima anotación personal, el récord absoluto de la franquicia y la anotación más alta de esta temporada (la anterior fueron los 46 puntos de Pau Gasol).
El anterior récord de los Wolves lo tenía desde el año pasado Corey Brewer, cuando en otra actuación extraterrestre anotó 51 tantos ante Houston, precisamente su actual equipo.
Williams explicó al final del partido: «Le dije a CJ Watson -su defensor- que no se preocupara. Hoy no tenía nada que hacer». El ex de Clippers, Cavs o Blazers entre otros acabó el encuentro con un 58% de acierto en el tiro de campo y 6 de 10 desde la línea de 3.
Pese a la victoria ante Indiana, los Wolves siguen como el peor equipo del Oeste con solo 6 victorias en 37 partidos, el peor récord de toda la NBA solo por encima de New York Knicks.
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