Mike Krzyzewski dijo en una ocasión que en su época como entrenador universitario en los ochenta había dos jugadores que marcaban la diferencia por encima del resto; estos eran Michael Jordan y Len Bias. En este reportaje hablaré del segundo.
[dropcaps round=»no»]L[/dropcaps]en Bias nació el 18 de noviembre de 1963 en Landover, Maryland. Apodado Frosty, Len era un chaval que se hacía querer en su localidad. ‘’Es alto, fresco, tranquilo y sin pretensiones’’, dijo su pastor, el Rev. Gregory Edmond. Mucho de este amor que le tenían en su estado natal probablemente se debiera a que Bias nunca salió de allí en su progresión como jugador de baloncesto; ni cuando accedió a la Northwestern High School de Hyattsville, ni cuando lo hizo en la Universidad de Maryland.
En su época en la Universidad fue cuando, después del primer año, destacó por encima del resto de forma clara, mejorando sus estadísticas cada temporada. En su última campaña en Maryland, Bias promedió 23 puntos y 7 rebotes por partido. El 34 de Maryland era uno de los jugadores más completos que se recordaban en el baloncesto universitario; un pívot de 2.03 metros de estatura que llegaba con la cabeza al aro, extremadamente atlético y que tenía un tiro en suspensión impecable. ‘’Tiene el tiro en suspensión más limpio que he visto en mi vida; todo perfecto: salto, posición… todo’’, declaró Michael Wilbon, periodista deportivo.
Al final de sus cuatro años como universitario, Frosty acumuló dos trofeos como mejor baloncestista de la Conferencia Atlántica Oeste, dos All-American (premio otorgado en el baloncesto no-profesional para el mejor jugador de cada posición) y, en su última temporada, se llevó el premio al mejor atleta de la Conferencia Atlántica Oeste. Todo el país sabía ya quién era Len Bias; estaba preparado para ir a la NBA. Y así fue. Y así llegó el Draft 1986…
‘’With the second pick in 1986 NBA Draft, the Boston Celtics select Len Bias, from University of Maryland’’. El prototipo de discurso que cientos de veces hemos escuchado los aficionados a la NBA, esta vez pronunciado el 17 de junio de 1986 con el nombre de nuestro protagonista; Len Bias había cumplido su sueño. ‘’Soñaba con que fuera Boston quien me eligiera, y mi sueño se ha hecho realidad’’. Todo era perfecto, a la mañana siguiente, Len y su padre, James Bias, quedaron con los responsables de la marca deportiva Reebok para firmar un acuerdo millonario de patrocinio.
Tras un largo día, ambos regresaron a su casa de Maryland y, después de cenar con algunos excompañeros de equipo, Bias se fue con sus amigos al apartamento de uno de ellos en la residencia universitaria Washington Hall de Maryland alrededor de las 3 A.M.. Allí fue el principio del final. Allí fue donde, junto con Brian Tribble y David Gregg, Len Bias esnifó cocaína.
A las tres horas de empezar a drogarse, Len se empezó a encontrar mal y se fue del sillón a la cama. A los pocos minutos empezó a tener convulsiones. Inmediatamente, Brian Tribble llamó a su madre, ya que ella había vivido episodios parecidos con su hermana. Pero cuando observaron que Bias dejaba de respirar conforme pasaban los segundos decidieron llamar a emergencias, según se relata un documental que emitió la ESPN relatando su historia…
‘’Emergencias del Condado de Prince George…’’
TRIBBLE. ‘’¡Necesito que envíen una ambulancia!’’
‘’¿Dónde?’’
TRIBBLE. ‘’1103 del Washington Hall. Es una emergencia. Se trata de Len Bias… El que ha ido a Boston… Necesita ayuda.’’
‘’¿De qué está usted hablando?’’
TRIBBLE. ‘’Estoy diciendo que alguien necesita ayuda… ¡Len Bias necesita ayuda! No respira bien.’’
‘’¿Cómo se llama usted?’’
TRIBBLE. ‘’Brian Tribble… ¡Se trata de Len Bias, tienen que hacer que viva, no puede morir! ¡En serio, señor, vengan rápido, por favor!
Al poco rato de la llamada, hacia las 6:30 A.M., apareció la ambulancia y se llevó a Len Bias al hospital de Leland Memorial del Condado Prince George. Entonces se avisó a sus padres. Según Lonise Bias, su madre, cuando llegaron al hospital todo era confusión; allí estaban los antiguos compañeros de Len y los familiares, todos esperando una respuesta. ‘’Hablé con la doctora y me dijo que respiraba por si solo y que estaban intentando salvarle. Yo presentí en ese momento que Lenny se había ido, que ya no había que rezar por él’’. A los pocos minutos, la doctora le confirmaba a Lonise y James Bias la noticia; Lenny había muerto.
Cuando los padres salieron y comunicaron la noticia, familiares y compañeros de equipo y universidad de derrumbaron. ‘’Sé fuerte, Lenny está muerto y hay que hacer los preparativos para el funeral’’ le dijo con gran entereza Lonise al excompañero de equipo de Bias, Keith Galtin.
Cuatro días después de su muerte, más de 11.000 personas abarrotaron el pabellón Cole Field House para dar el último adiós a Len Bias. Su cuerpo fue enterrado en el Lincoln Memorial Cemetery en Suitland, Maryland. La conmoción en todo el país por la muerte del que iba a ser el número 30 de Boston Celtics fue tremendamente brutal, por la forma y por el contexto en que se producía. ‘’Recuerdo que las primeras flores que recibimos fueron peonias; las enviaba Michael Jordan. Recuerdo que luego llegaron a casa las de Larry Bird. Recuerdo que recibí una tarjeta del presidente y de la señora Reagan. Recuerdo que recibí tarjetas de varios jefes de Estado… No sabía lo emocionada que estaba la gente con Lenny…’’ expone Lonise Bias en unas emotivas declaraciones a ESPN en 2009.
‘’La gente de una determinada generación quedó marcada por la muerte de Len Bias, así como la gente de una generación anterior quedó marcada por la muerte de JFK’’, explica Jay Bias, periodista de ESPN y exjugador de baloncesto.
A partir de la muerte de Bias, comenzó en EEUU una campaña de concienciación sobre la peligrosidad de las drogas que hizo cambiar leyes y, según algunos, salvó la vida de personas con problemas de drogadicción que tenían como referente a Len Bias.
Solo cuatro años después de la muerte de Bias, el 5 de diciembre de 1990, el hermano menor de Len, Jay Bias, fue asesinado a balazos a pocos kilómetros de la Universidad de Maryland. Fue declarado muerto en el mismo hospital donde había muerto Len y fue enterrado junto a él en el Lincoln Memorial Cemetery.
Quiero finalizar mi reportaje con unas durísimas declaraciones de James Bias, padre de Len y Jay Bias: ‘’Lo peor que le puede pasar a un padre es enterrar a un hijo; le has educado para que sea una buena persona y te sientes orgulloso porque ha conseguido todos los objetivos que se ha marcado, pero esto… esto no te lo esperas… y hace que todo se desvanezca’’.
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