Hace seis años, en 2007, Cleveland Cavaliers y San Antonio Spurs se encontraban en las finales de la NBA. Mucho y poco ha cambiado desde entonces. Para los Cavs de LeBron James aquella era la primera final de su historia, mientras que para los de Popovich suponía su cuarta participación.
Los Spurs siguen perennes. El trío Duncan-Parker-Ginobili perdura aún seis años después de aquella serie por el título de la que el base francés salió nombrado MVP, enmarcando ese relevo a medias por el que se han caracterizado los de San Antonio desde hace 10 años.
Por el contrario, aquella final solucionada con un cómodo 4-0 a favor de los del Oeste significó el comienzo del epílogo de LeBron James como jugador del equipo de su estado. La veteranía y confianza de los Spurs pesó mucho sobre unos Cavs primerizos que llegaban pasados de revoluciones después de remontar un 2-0 en contra a Detroit en las finales de Conferencia.
El, por aquel entonces, número 23 de los Cavs pasaba por las canchas de toda la liga conjugando su supremacía en un equipo que no lograba crearle un armazón adecuado a su alrededor. Un desgastado Ilgauskas era la principal compañía de un Rey que comenzaba a impacientarse por lograr su corona.
Surgen dudas al pensar que podría haber pasado si los Cavs hubieran ganado aquella serie.
Tras naufragar en la orilla, los Cavs volverían a caer las temporadas siguientes sin llegar siquiera a volver a pisar suelo de finales. Boston en dos ocasiones (en 2007 y 2009) y Orlando en 2008 acrecentaban las dudas de que LeBron continuara más allá del horizonte de 2010. Ni siquiera su título de MVP en 2009, y la llegada de Shaquille O´Neal aquel mismo año significaron un cambio de rumbo notable en una franquicia que estaba dejando demasiado solo a un hombre que desde los 16 años había sido llamado a hacer historia.
Así, LeBron decidió abandonar el barco en el verano de 2010 con destino Florida, donde tras un varapalo, consiguió alcanzar su estatus actual el año pasado. Este jueves, con el comienzo de unas nuevas finales que parecen ser un nuevo episodio de LeBron contra los Spurs, veremos si el equipo de San Antonio vuelve a ser capaz de desmoronar el entorno creado al que, ahora sí, es considerado el mejor jugador de baloncesto de la actualidad.
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