LeBron James deja a Indiana al borde del abismo

Con un quinteto atípico, en el que aparecía Rashard Lewis en la posición de ala-pívot, sin Battier o un ausente Chris Andersen, los Heat se presentaban ante su público con la intención de dejar prácticamente sentenciada la eliminatoria ante unos Indiana Pacers que han vuelto a decepcionar por enésima vez a sus aficionados esta temporada. Pero no notaron demasiado los Heat esa presencia casi testimonial de Lewis porque Chris Bosh, condenado en los tres primeros rounds a una actuación secundaria, sin sobresalir en un equipo en el que uno siempre está por detrás de LeBron James y Wade, pero que se vio por detrás en protagonismo de Ray Allen en los tres primeros envites, comenzó el partido de una manera fulgurante, con los primeros ocho puntos de su equipo (se fue hasta los 25 al final) para imponer un parcial de 0-8.

Los triples de George Hill, más brillante de lo que acostumbra esta temporada, las acciones esporádicas de Paul George y el carácter avispado que se espera en todos los veteranos y que David West lo cumplió al 100% al aprovecharse de su ventaja sobre Lewis hicieron que el partido se acortase, rondando siempre los 5 puntos de diferencia, como se llegó al descanso (44-49). Sin embargo, los de Frank Vogel echaban de menos a dos de sus estiletes importantes, un Lance Stephenson que apenas pudo entrar en el juego por sus problemas de faltas y un Roy Hibbert que volvió a mostrar su peor faceta, sin anotar un solo punto y cogiendo apenas cinco rebotes, en una muestra más de su irregularidad.

Pero la feroz faceta de LeBron James (32 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias) que apareció tras el descanso disipó todas las dudas que podía haber sobre la victoria de los Heat: 14 puntos, con un triple imposible a final de posesión, y la diferencia se iba hasta los 16 puntos, con un claro 64-80 en el marcador al final del tercer cuarto. Con el partido ya solventado, Miami sólo se vio inquietada cuando dos tiros libres de Stephenson ponían el 84-95 a falta de cuatro minutos y medio para el final. Pero el daño ya estaba hecho. Con un tremendo oficio, los de Spoelstra supieron mantener la diferencia, que sólo bajó de los 10 puntos, hasta los nueve, a falta de un minuto y medio. El partido terminó de la única manera posible, con LeBron James haciendo un 2+1 y consagrándose, con el permiso quizás de Tony Parker, como el jugador más decisivo de los PlayOffs, y redondeando el marcador con un claro 90-102.

En la madrugada del miércoles al jueves se jugará el quinto partido de la serie, que podría ser definitivo si Miami se hace con la victoria, aunque se espera a unos Pacers mucho más combativos, puesto que jugarán en casa este quinto encuentro.

Diego González Linaza:
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