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El retorno del Rey: LEBRON VUELVE A CLEVELAND
La noticia más esperada del verano en el mundo NBA ha llegado. LeBron James vuelve al equipo de su estado natal.
La noticia más esperada del verano en el mundo NBA ha llegado. LeBron James vuelve al que fue su primer equipo, el de su estado natal. Cleveland es su elección. El jugador ha anunciado su regreso en una entrevista a Sport Illustrated. Se acabaron los rumores.
[dropcaps round=»no»]S[/dropcaps]e acabó. ‘The King’ ha decidido. LeBron James volverá 4 años más tarde a vestir la camiseta de los Cleveland Cavaliers, al equipo de su Estado, con el que dio sus primeros pasos en la NBA y del que salió hacia Miami levantando muchas ampollas. Ahora, el alabado por muchos y odiado por otros cierra el círculo que abrió aquel verano de 2010 cuando anunció su marcha para unirse a los Heat. La noticia ha sido publicada en exclusiva por Sport Illustrated este viernes en forma de carta abierta. Estas han sido sus palabras:
“Antes de que nadie se preocupara por donde jugaría al baloncesto, yo era un niño del Norte de Ohio. Es donde caminé, donde corrí, donde lloré, donde sangré. Tiene un lugar especial en mi corazón. La gente de allí me ha visto crecer. A veces siento que soy su hijo. Su pasión puede superarte. Pero me motiva. Quiero darles esperanza cuando pueda. Quiero inspirarles cuando pueda. Mi relación con el norte de Ohio es mayor que el baloncesto. No me di cuenta hace cuatro años. Ahora sí”.
El regreso de LeBron a Cleveland da un vuelco al panorama NBA. El hijo pródigo volverá a su casa con un contrato de 2 años a razón de 42 millones de dólares para aliarse con Kyrie Irving y el número 1 del Draft, Andrew Wiggins. Está por ver cómo acaba de configurar su plantilla un equipo que lo tiene todo para ganar y que al fin, después de muchos encontronazos, riñas, lamentos y alguna que otra camiseta quemada, recibe a un jugador que encarna el mito del hijo pródigo y cuya ‘nueva’ decisión engrandecerá aún más su legado si consigue seguir añadiendo a su mano más anillos a los 2 que consiguió en Miami.
La noticia, por otra parte, descompone al bastión de Florida que en los últimos años había regido la liga. El Big-Three de los Heat desaparece. Se espera que en las próximas horas Chris Bosh remate su acuerdo con los Rockets, descomponiendo un equipo que se había convertido en el rival a batir durante los últimos 4 años.
Además, se espera que la vuelta del número 6 -¿o 23?- a Ohio desencadene un efecto dominó en el mercado de agentes libres. Carmelo Anthony, Pau Gasol, Lakers, Rockets, Bulls, Knicks son solo algunos de los que ahora tienen más claro hacia dónde ir.
De la ‘Decision’ de 2010 a la de 2014
Durante sus 7 años en los Cavaliers tras ser elegido número 1 del draft del 2003 LeBron solo consiguió llevar a su equipo a unas finales de la NBA. Las de 2007, perdidas de forma aplastante ante los Spurs. Demasiado poco para un jugador que había sido llamado a lo más alto desde que tenía 16 años.
Así, tres años más tarde y ante su primera gran salida a la agencia libre, el 28 de junio de 2010 tres jugadores se reunieron en secreto para convencerse ellos mismo de que su colaboración era posible. Uno de ellos llegaba a la cita, en el centro de Miami, luciendo en su mano el anillo conseguido cuatro años antes, intentando afilar todas sus armas de sugestión. Los otros dos llegaban con su futuro en el aire. Knicks y Bulls pretendían a ambos, las grandes piezas de aquella agencia libre de 2010. El portador del anillo, Dwyane Wade, tardó poco en darse de cuenta de que tenía a Chris Bosh en el bote, pero para convencer al que verdaderamente importaba hicieron falta más días. LeBron puso en la balanza los siete años de infructuosos intentos en la franquicia de su estado: Él era probablemente ya el mejor jugador de la liga, y también el más comparado.
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Las decepciones y la falta de continuidad en el proyecto de Cleveland llevaron a LeBron a aquella reunión en Miami, de la que apenas diez días después anunciaría su Decisión.LeBron hacía publico su fichaje por Miami en directo para todo el país en una emisión especial de la ESPN, acordando con Bosh y Wade una reducción en los posibles salarios que podrían firmar con el único objetivo de crear el pasaporte más rápido hacia el éxito.
El camino tomado por James propició el mayor acto de repulsa jamás visto por la estática y benevolente afición de un equipo NBA. Los alrededores del Quicken Loans Arena se poblaban de grupos en torno a una camiseta de su hijo pródigo en llamas. Para el resto de la opinión pública, la ‘huída’ de James a South Beach suponía un “atajo hacia la historia”, una trampa para las otras franquicias. El nuevo ‘Big Three’ de Miami suponía una ruptura con el modelo económico que en los últimos años se había impuesto en la liga. Su radicalizado instinto competitivo y sus enfrentamientos con algunos jugadores de la liga durante sus últimos años en Cleveland convertían al chico de oro en el malo a batir. Miami era el imperio a derrocar entre todos.
Para hacer el cambio necesitaba el apoyo de mi mujer y mi madre, lo que puede ser muy difícil. La carta de Dan Gilbert, los abucheos de los fans de Cleveland, las camisetas quemadas… ver todo eso fue duro para ellas. Mis emociones estaban más mezclados. Era difícil decir, ‘ok, no quiero volver a tratar con esta gente de nuevo’. Pero entonces empiezas a pensar como la otra parte. ¿Qué pasaría si yo fuera un chaval que mirara a un atleta, y ese atleta me hiciera mejorar en mi vida y de repente se marchara? ¿Cómo reaccionaría? Me he encontrado con Dan, cara a cara, hombre a hombre. Hemos hablado de ello. Todo el mundo comete errores. Yo he cometido errores también.
Esas han sido las palabras de James en su carta abierta a Sports Illustrated en la que ha anunciado su regreso a Cleveland. Queda todo bastante claro. LeBron vuelve al equipo de su casa, al que fue su reino. Ha dicho que no promete ningún título. Ya tiene uno más, el de la afición de los Cavs que estos días ha seguido minuto a minuto -hasta en la puerta de su casa- la posibilidad cumplida de que su chico volviera a casa. Elige un mercado pequeño, aunque con unos compañeros diseñados para ganar.
Con 29 años, tras 4 MVPs de la NBA, 2 anillos y otros tantos récords, LeBron vuelve a empezar. Quizá para volver a ocupar en los próximos años, y ya sin el castigo de buena parte de la opinión pública, aquel trono para el que fue llamado a ocupar desde que era un chaval con la camiseta de un equipo de instituto. Nueva vida para ‘El Rey’.