LeBron: ¿Comienza otra historia de terror en Cleveland?

Cleveland es uno de los patitos feos entre las icónicas ciudades de los Estados Unidos. Forbes la calificó como una de las ciudades más feas del país comparándola con otras urbes como la denostada Detroit o la insalubre Flint. Y no es para menos. En lo que va de siglo XXI la ciudad de Ohio ha perdido 90.000 habitantes. 8.000 solo desde que se fuera LeBron de la ciudad en 2010 con aquella telenovela que fue ‘The Decision’.

“Este otoño… esto es muy duro… este otoño voy a llevar mis talentos (o mis prendas) a South Beach para unirme a Miami”

Quién iba a culpar al bueno de Bron por irse a la playa con su amigo Wade después de matarse año tras año en un proyecto que pese a intentar rodearlo de lo mejor no despegaba.

Hoy, seis años después de aquella decisión y cerca de cumplirse los dos veranos de su regreso a Cleveland, los temores de que el de Akron vuelva a hacer la maleta suenan de nuevo como cuando pillas por la tele una película empezada pero al momento sabes que es de miedo.

En Cleveland saben muy bien reconocer historias de terror. De las de asesino en serie, de las de maníaco camuflado de vecino corriente, y de las del chaval retraído que se vuelve loco.

En 1930 un asesino en serie que nunca se descubrió asesinó a 12 personas. Lo llamaban el Asesino de los Torsos. Por si no sirve con el trailer lo llamaban así porque descuartizaba a la gente. Ariel Castro, ‘el monstruo de Ohio’ murió en 2013 en la cárcel tras ser detenido por haber secuestrado durante 10 años a tres mujeres en el sótano de su casa que habían llegado a tener hijos de él. De forma más reciente tuvo lugar la llamada masacre de la escuela secundaria Chardon, un tiroteo en un centro educativo que acabó con 3 muertos por parte de un chaval.

La película que parte de los aficionados de Cleveland creen que están empezando a ver no es tan dramática, pero igualmente ya hay parte del público del Quickens Loans Arena con los dedos entrecerrados delante de la cara por si llega algún susto.

LeBron James está firmando desde el parón del All Star sus mejores números. Está en modo PlayOffs, siendo elegido recientemente el mejor jugador del Este en el mes de marzo. El problema está en que como el año pasado por las lesiones, este curso vuelve a estar demasiado solo.

A ello se han sumado las supuestas riñas que el de Akron podría mantener con Kyrie Irving, vaquero solitario en los Cavs hasta su regreso, base de excelente nivel, pero aún convaleciente de todos los achaques que sufrió la pasada campaña y que culminaron con que no pudiera jugar los partidos definitivos de la final.

Sobre la supuesta mala relación entre Kyrie y LeBron se ha escrito mucho, lo suficiente como para creérselo o no. Aunque quizá fuera esta escena sucedida el pasado fin de semana la que haya dado más pábulo al asunto incluso para los que creemos que la cosa no debe estar pasando del chico grande que aconseja al jovenzano.

 

Un contrato que es un revolver apuntando a los Cavaliers

Como en todas las películas de terror, en la historia hay un revolver preparado para ser disparado. Toda la tensión está en él, en saber si en algún momento de la película alguien se acordará que está guardado en el cajón.

En esta historia la pistola está muy clara y en verano se sabrá si ha sido utilizada o no. El contrato de LeBron, con opción de extenderlo de forma unilateral por su parte un año más o romperlo con la misma facilidad, puede ser -además de una buena manera de controlar que puede volver a renovar aunque se quede en Cleveland por más dinero- una salida poco traumática. Ya se sabía que podía pasar.

Durante el año pasado, a pesar de darse la misma situación, los ánimos no estaban caldeados. El equipo perdió y estaba el flotador de las ausencias de Irving y Love en las Finales. No faltaba razón, nadie sabe qué podría haber pasado de haber aguantado solo un partido más los dos. Pero este año la situación es distinta. El horizonte hacia el éxito se hace cada vez más importante para un LeBron con 31 años y solo dos anillos hasta la fecha, que además está viendo como su parcela de historia -el siglo XXI- empieza a tener nuevos competidores en forma de Stephen Curry.

A ello se suma una críptica actitud de LeBron. Dejó de seguir a los Cavaliers en Twitter, y dijo a la prensa que quería centrarse en PlayOffs. Se habla de que el alero siempre se aísla en los momentos importantes, pero también está claro que se iba a saber si LeBron dejaba de seguir a los Cavs y se iba a hablar de ello. A esta ensalada se sumó también su fabulación de que le encantaría jugar con sus tres amigos, Carmelo, Wade y Chris Paul. Leña al fuego.

¿Querrá LeBron mantener a sus compañeros y a toda la franquicia en vilo para ir a por todas estos PlayOffs? Es posible. Los grandes jugadores también se han medido por su capacidad para controlar todo lo que pasa fuera de la cancha. Aunque de paso tiene a media afición Cavalier y a otro tanto de la NBA empezando a pensar si aquella pistola se disparará en algún momento. Por ahora solo sabemos que puede haber un asesinato, pero no si el protagonista es el asesino o el personaje que lo evitará.

Víctor Millán: Escribo mucho y soy de Zaragoza. Director de Sweet Hoops.
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